La Aviación en México

Sixto Duarte

La historia nos dice que los distintos pueblos se han desarrollado de manera más próspera según su cercanía a un cuerpo de agua potable, y su posición geográfica para comerciar. Los Fenicios fueron ejemplo de esto último en la antigüedad. Durante los siglos más recientes, ciudades como Londres, Hong Kong, Nueva York y París al tener acceso al mar o a vías fluviales dan, también, con su profundo desarrollo económico, testimonio irrefutable de ello. La ciudad de Chicago inició su expansión al convertirse en el centro ferroviario de Estados Unidos. Hoy es además el hub más importante para American Airlines y United, y desde luego, uno de los más importantes del mundo. Atlanta y su aeropuerto (hub principal de Delta) que es el de mayor tráfico en el mundo, son ejemplo de lo mismo.

El sector aeronáutico (y aeroportuario) es un sector estratégico para el desarrollo de regiones e incluso países completos. En un mundo globalizado como el nuestro, las comunicaciones y transportes eficientes juegan un rol fundamental en este desarrollo. Es por eso que a los Estados les interesa regular esta actividad. En primer término, por cuestiones de seguridad aérea, y en segundo término para promover actividades económicas que además de turismo generen inversión.

Hace ya cinco años, el 28 de Agosto de 2010, la empresa Mexicana de Aviación, la primer compañía aérea del país dejó de volar. Malos manejos financieros, e intereses poco claros de inversionistas y funcionarios, aunados a una mala regulación, fueron las causas principales. Al tratarse de un servicio federal concesionado, y ser el transporte un sector de suma importancia para el usuario, se llegó a sugerir un rescate por parte del gobierno. Sin embargo, el gobierno no mostró interés en rescatar Mexicana. En el caso de Aviacsa, las operaciones de la empresa aérea fueron suspendidas originalmente por una revisión técnica a sus aeronaves. Al demostrar que no había riesgo alguno en la seguridad de los vuelos, días después son suspendidas nuevamente por un adeudo (que la mayor parte de las aerolíneas tienen) por contribuciones de navegación. El ejercicio “eficiente” de facultades regulatorias de la autoridad aeronáutica dejó un mal sabor de boca, pues se especulaba que hubía consigna de alguien para sacar a Aviacsa del mercado. Finalmente lo lograron. Mismo argumento recaudatorio fue utilizado con Aerocalifornia, entre otras.

En un país tan extenso como el nuestro, y en especial por la ubicación de nuestra ciudad, la mejor alternativa para viajar a otras regiones del país es volar. Sin embargo, la desaparición de aerolíneas y la concentración del mercado aéreo en pocas empresas hace que volar sea un medio de transporte caro. Durante la temporada alta, conseguir un boleto de avión de Ciudad Juárez a la Ciudad de México era casi imposible. Todos los vuelos estaban saturados y no había disponibilidad hasta tres o cuatro días después de la búsqueda. En un país donde no hemos podido erradicar el centralismo del que somos objeto, el estar incomunicado con la capital es como estar desterrado.

Recientemente, El Diario publicó la entrada en operaciones de Transportes Aéreos Regionales (TAR), una línea aérea que comunicará a la ciudad con Chihuahua y con algunas otras ciudades del país. Celebramos esta noticia, toda vez que la competencia siempre es buena para el usuario. Esperamos que esto también genere desarrollo para la ciudad. Ninguno de los objetivos, aquí mencionados, se cumplirán si no existe un sistema eficiente de aeropuertos. El gobierno federal debe regular y supervisar de manera cercana a los concesionarios de los mismos. En el caso de nuestra ciudad, Grupo Aeroportuario Centro-Norte (OMA), un híbrido de participación público-privada-extranjera, comete toda clase de abusos con los usuarios. Uno de ellos son las cuotas exageradas por el cobro del estacionamiento (casi $400 pesos diarios comparados con $8 USD diarios en el aeropuerto de El Paso). Si se le ocurre a usted pagar con dólares se lo tomarán a $11 pesos, casi como si estuviéramos en enero de 2008. Aunado a ello, no pagan impuesto predial y se amparan contra el pago del derecho de alumbrado público. En aras de convertir al sector aeronáutico en el motor de desarrollo regional de algunas zonas del país, el Gobierno Federal debe evitar estos abusos.