Opinion

Nuevos jugadores, el mismo juego

Carlos Murillo M.
Abogado

2015-08-29

Los diez cambios en el gabinete del presidente Peña Nieto causaron un ajuste en el tablero político nacional y Chihuahua no se escapa del movimiento telúrico. Los relevos, más que necesarios, son útiles para el proyecto político del PRI. Pero la oposición y los críticos del nuevo régimen tenían la esperanza de que los dos delfines de Los Pinos se movieran, pero ni Videgaray, ni Osorio Chong fueron tocados, aunque motivos no han faltado.
Por su parte, también en la oposición hay nuevos actores, con nuevos discursos, que preparan el tinglado para el siguiente combate electoral que, en estas circunstancias, luce competido. Es evidente que estos movimientos obedecen a una lógica natural de reacomodo a la mitad del sexenio y sin duda están razonados con base en los motivos de la política: sostener o alcanzar el poder.
Vayamos entonces de atrás hacia adelante, comencemos por los cambios en Morena y en el PRD, primos hermanos que ahora parecen distanciados, pero que cada vez están más cerca de la reconciliación. En este bloque de izquierda, al que seguramente se sumarán las viudas del PT -que ahora es posible decir a ciencia cierta que no valen ni el 3%-, se ha puesto en marcha una transformación, porque, en estas últimas elecciones, el PRD ha perdido el control del Distrito Federal,  tanto en la Asamblea Legislativa, como en las delegaciones, donde el desplome fue desmoralizante para muchos, esto ha sensibilizado a los gargantones del Sol Azteca, al grado de ponerlos a reflexionar sobre su futuro. Mientras que Morena, el juguete de AMLO, se ha consolidado como una alternativa viable para los simpatizantes de la izquierda.
En ese sentido, la visita de AMLO a Chihuahua durante esta semana, abrió la pista del baile de la sucesión,  cuando se empezó a manejar el nombre del Víctor Quintana como candidato a gobernador, lo que provocó reacciones en las redes sociales, porque Quintana, como chambelán, inmediatamente amplió la cobertura de información sobre sus actividades en Facebook. La visita del dueño de la franquicia a Chihuahua, también ha provocado los celos a nivel local, porque Andrés Carbajal y Juan Carlos Loera de la Rosa traen un enredo bastante regular para ganarse el corazón de AMLOve, esto demuestra que la política es una organización de pasiones o la pasión organizada, como dijera el maestro Jesús Reyes Heroles (el bueno).
También AMLO ha madurado, ya no es el adolescente rebelde que, embriagado de popularidad, le dijo “cállate chachalaca” y “al diablo con las instituciones”, frases que lo van a perseguir toda su vida como los niños persiguen al algodonero del estadio. Por cierto, ya tenemos en Juárez nuestro propio AMLOcito, se trata del exdiputado Carlos Angulo que le gusta mucho enseñar su manicure en los espectaculares.
Regresando a AMLO, hoy la prensa internacional (y la nacional que simpatiza con la oposición) le han levantado la mano al tabasqueño para el 2018, dicen que si hoy fueran las elecciones, el Peje estaría en la competencia por el primer lugar. Si a esto lo agregamos que el Gobierno Federal se encuentra en su peor momento de aceptación popular, las cuentas nos dan un escenario complejo para la sucesión de Peña Nieto.
En Chihuahua, AMLO buscará seguir creciendo rumbo al 2018 a costillas de Víctor Quintana a nivel estatal y lo que quede del choque de mini trenes de Loera y Carbajal, en Juárez.
El Bronco, como llanero solitario del apocalipsis de los partidos, también se ha puesto los guantes con AMLO, no sólo para subirse a la arena nacional, sino para lanzar una maldición gitana diciendo que el próximo presidente será independiente y nomás le faltó confirmar que será precisamente él quien lo haga.
Pero su maquillaje se cae a pedazos, no por nada el origen del pleito fue precisamente el acercamiento del Bronco con Carlos Salinas de Gortari quien, como El Padrino, parece tener los intereses más diversos. Alguien me preguntaba por qué Salinas siempre gana y la respuesta es muy sencilla: porque les apuesta a todos. A la gente le asusta que un personaje tenga tanta influencia en diferentes élites del poder, pero así es el juego, estoy seguro que AMLO estaría encantado de tener una red de poder tan diversa como la de Salinas, pero más bien lo que desprecia el Peje es lo que no puede tener, como lo dicta la máxima de Maquiavelo.
En el PAN, la nueva administración de Ricardo Anaya intenta desmarcarse de su patrón Gustavo Madero y, como lo dice el manual, se sacan la lengua en público y hasta se avientan mala vibra, pero por whatsapp siguen fraguando el plan macabro de mantenerse encima de las otras tribus panistas, hasta llegar a la candidatura a la presidencia, o quizá en unos meses cambien de parecer y Madero se conforme con la candidatura de la gubernatura de Chihuahua, con pocas posibilidades de triunfo. Menos posibilidades si seleccionan a Javier Corral o Juan Blanco.
En las cuentas de los panistas, la alianza con el Gobierno Federal ha sido rentable, principalmente porque les da oxígeno para alcanzar a llegar al 2016 y les permite seguir echándole la tierra encima a Calderón y a su esposa Margarita, quien no han dejado de asustar con el petate del muerto, diciendo que pueden aplicar la fórmula Fernández-Kirchner de Argentina, donde la esposa del expresidente ganó la primera magistratura. No, esa no es posibilidad ahora, pero algo deben de hacer para entretenerse. Entre tanto, Ricardo Anaya sigue tejiendo en la mecedora, esperando que el tiempo pase rápido, porque para el PAN no hay condiciones de volver a llegar al poder, el desgaste de Acción Nacional en los doce años de gobierno fue suficiente para dejarlos en terapia intensiva.
Pero lo sabroso de la sucesión está en el PRI, porque sigue siendo la primera fuerza política nacional a pesar de que el Mexican Moment se esfumó con las crisis económicas mundiales y la caída del precio del petróleo. Después de la algarabía vino la cruda realidad, emulando la canción de José Alfredo que dice “los mariachis callaron…”. No cabe duda que México, en su condición de país del tercer mundo, -en subdesarrollo, como no-potencia, o en vías desarrollo, como eufemísticamente ocultamos que dependemos de Estados Unidos-, tiene una economía tan frágil como un barquito de papel que navega en un río.
La crisis económica, más que la política, será determinante para las siguientes elecciones. En ese sentido, las decisiones que se van a tomar, de aquí en adelante, estarán pensadas con base en la sucesión, es por eso que, de todos los cambios que anunció el Presidente Peña Nieto, el que mayor resonancia ha tenido es José Meade (Pepé como le decimos los compas, porque ahora resulta que todos son amigos de Meade y hace unos días de Beltrones) en la Secretaría de Desarrollo Social, lo que, con los antecedentes que tiene como Secretario de Energía, Secretario de Hacienda y Secretario de Relaciones Exteriores, lo hacen un perfil natural para refrescar el gabinete y rediseñar la sucesión del 2018, Meade ya forma la terna junto con Videgaray y Osorio Chong, estos últimos con mayor desgaste de su imagen pública.
En Chihuahua, los integrantes del Grupo Delicias, liderado por Fernando Baeza, embajador en Costa Rica y José Reyes Baeza, recién nombrado director del ISSSTE, están cerca de Osorio Chong, es por eso que seguramente buscarán abonar un punto más en el hándicap de ese grupo por la Presidencia, al intentar ganar la candidatura a la gubernatura para alguien afín, sería ingenuo pensar que la jugada de pizarrón va por Marco Adán Quezada o por Víctor Valencia, seguramente estos personajes son cortinas de humo para seguir articulando una alianza que abone al grupo nacional, pero su carta fuerte todavía no es revelada.
En el mismo sentido, mucho se rumoró también sobre el gobernador César Duarte Jáquez, quien estuvo nominado para el CEN del PRI y para alguna Secretaría de Estado, pero la decisión al final de cuentas fue que siguiera al frente de la sucesión de la gubernatura en Chihuahua, el proceso que, por las condiciones políticas actuales, pone a los 12 estados en que habrá elección de gobernador en el epicentro de la sucesión 2018.
Lo que es un hecho innegable es que el gobernador César Duarte es un factor determinante para la sucesión y es un experto del juego de la política que sigue moviendo sus piezas.
Para los analistas políticos el 2016 está que arde, mientras siguen las especulaciones que hablan de relevo -y no de alternancia- en Chihuahua, pero depende de las alianzas entre los grupos priistas para lograr ganar la gubernatura.
Lo que para todos es un hecho, es que la negociación por parte del PRI estará en la cúpula y la decisión en la cúpula de la cúpula. El proceso pinta para un todo o nada con final de telenovela.

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