Opinion

Más hoyitos al cinturón

Francisco Ortíz Bello
Analista político

2015-08-29

La situación económica del país no se ve nada bien para 2016. Es más, las previsiones del crecimiento económico para este año se han venido recortando ya, por lo menos, en tres ocasiones a lo largo del año, para fijarse en estos momentos en un rango de apenas 1.7 a 2.5 según el Banco de México, o de 2 a 2.7 según la Secretaria de Hacienda y Crédito Público que es más optimista, pero sin dejar de reconocer que no se alcanzarán las previsiones originales de un crecimiento que podría haber superado el 4 por ciento, según estimaciones de esa dependencia.
Pero el tema del crecimiento económico no es todo. Hay más malas noticias. El presidente Peña Nieto, en una reunión reciente con los gobernadores del país les comunicó que, para el próximo, año habrá recortes sustanciales en el presupuesto para las entidades federativas, lo que significa menos dinero federal para los estados que, a su vez, se traducirá con toda seguridad en la cancelación de obras y programas.
Recientemente, justo al abrir la semana que hoy termina, las bolsas asiáticas se derrumbaron y arrastraron en esa caída a las bolsas de todo el mundo, y por supuesto México no fue la excepción, aunque la recuperación fue casi inmediata dejó saldos negativos para la economía mexicana, que trastabilla cada vez más.
Por otro lado, con una génesis distinta, el dólar ha venido incrementando su precio en lo que es ya una devaluación de nuestra moneda, técnicamente hablando, porque ha superado la barrera de los 17 pesos, en comparación con los 14.70 en que se encontraba al iniciar el año, lo que equivale a una devaluación de nuestra moneda del 13.88 por ciento.
Pero por si todo lo anterior fuera poco, existe el riesgo de que se vuelva a ajustar a la baja el pronóstico de crecimiento económico de México. Analistas económicos del país observan los riesgos en la volatilidad del tipo de cambio, precios del petróleo, tasas de interés de EU y devaluación del yuan.
De hecho, el Banco Mundial en su reporte sobre nuestro país: “México: Panorama General”, considera que “Se espera que la actividad económica se acelere hasta 2017; el crecimiento del PIB se fortalecerá desde 2.9 por ciento en 2015 hasta 3.5 por ciento en 2017.  El sólido crecimiento de Estados Unidos apuntalará un continuo y fuerte desempeño por parte de las exportaciones manufactureras que, se espera, derive en una recuperación gradual de la inversión y el consumo privados.”
Este reporte puede ser consultado completo en la dirección electrónica http://www.bancomundial.org/es/country/mexico/overview, ya que contiene más datos relevantes sobre la economía mexicana.
Sin embargo, no todo son malas noticias, aunque parezca que sí. En lo que respecta a Chihuahua las cosas parecen no ir tan mal, y particularmente a Ciudad Juárez porque, como es sabido, nuestra economía se maneja con valores y componentes distintos a los del resto del país.
De acuerdo con el reporte México ¿Cómo vamos?, que se puede consultar completo en la dirección electrónica http://www.mexicocomovamos.mx/semaforos-estatales/?estado=8, en su sección dedicada a Chihuahua, de los semáforos estatales, nuestra entidad aparece bien ranqueada en varios indicadores importantes de la economía regional.
Por ejemplo, al primer trimestre de este año, Chihuahua presenta un crecimiento anualizado del 6.9 por ciento, contra el 6 planteado como meta. También indica el reporte que, en cuanto a empleos, nuestra entidad se propuso una meta de 13 mil 200 empleos formales por trimestre, y en el segundo trimestre de este año llegó a los 15 mil 171 empleos formales, lo que también le da una luz verde en el semáforo económico de los estados.
Otro indicador favorable lo constituye la meta propuesta por nuestro estado, para disminuir la desigualdad del ingreso, lo que se logró en el segundo trimestre del año, al pasar de 0.369 a 0.360 el índice que mide esta variable.
Chihuahua también se propuso reducir el porcentaje de la población que no puede adquirir canasta alimentaria con su ingreso laboral, meta que fue alcanzada al pasar de 28.5 por ciento al 27.5 por ciento durante el segundo trimestre del 2015 en comparación con el segundo trimestre del 2014.
Recientemente, el gobierno del estado informó que Chihuahua, ocupa el primer lugar en exploraciones e inversión minera en Latinoamérica, con todo lo que ello significa. Los proyectos de producción y aprovechamiento de jales en los municipios de  Ocampo, Urique y Batopilas y del sur del estado, fortalecerán el crecimiento de la producción de oro y de plata en Chihuahua, señaló el gobernador del Estado, César Duarte Jáquez, a través de un comunicado de prensa.
“El reto, dijo, es llegar al primer lugar nacional a finales de este año o principios del próximo, en producción de oro.”
El comunicado también señalaba que actualmente Chihuahua es la entidad con el mayor número de exploraciones e inversión de empresas mineras en México, y es por eso que ocupa el lugar número uno en Latinoamérica.
Así las cosas, pareciera que el negro panorama que se vislumbra para la economía nacional, en general, pudiera no ser tan malo para Chihuahua ¿De qué depende? Bueno, pues de varios factores que tienen que ver con una adecuada política económica, el manejo ordenado y disciplinado de las finanzas públicas, pero también con expandir el terreno de las inversiones privadas en la entidad.
Chihuahua, y particularmente Juárez, deben apostarle a mejorar los índices de competitividad y productividad, así como a consolidar una aplicación irrestricta de la Ley, ya que la certeza jurídica es uno de los factores que más interesan a los inversionistas. Abrir más y mejores facilidades para la apertura de nuevos negocios en un marco jurídico y normativo, sencillo, ágil, equitativo y claro.
También debemos mejorar en temas como la infraestructura urbana, de transporte y de negocios, que son variables que hacen más atractiva la inversión en determinada ciudad o estado.
Estos temas son de gran relevancia, especialmente en estos momentos en los que se percibe un escenario económico poco positivo, y sobre todo porque estamos a tiempo de tomar las acciones necesarias desde hoy, precisamente previendo lo que se vislumbra en el horizonte.
Y que no  nos digan después que “Ahogado el niño, se tapa el pozo”. Hay que enseñarle al niño a nadar desde ahora.

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