Caída del poder adquisitivo

Edna Lorena Fuerte

Estamos ante una situación económica que no hace más que empeorar, hay que decirlo así, como es, claramente. Y de lo que debemos hablar, nuestro principal indicador de análisis está más allá de la depreciación del tipo de cambio, se trata de la verdadera y dramática caída del poder adquisitivo, porque lo que ha perdido el peso como moneda es sólo un porcentaje de lo que las familias han ido perdiendo en la capacidad de uso de sus ingresos, pues ahí no sólo interviene el tema del dólar, sino su efecto exponencial en los precios. La baja del precio del petróleo sin duda afecta las grandes cifras de nuestra economía, pero a pie de calle, lo que hay que evaluar es cuánto han subido los precios efectivamente, y aquí vemos que no se trata de una problemática espontánea que ha resultado de los movimientos de divisas internacionales.

Si en frontera nos vienen a argumentar que la precariedad de nuestra economía se debe a que la nación vecina está fortaleciendo su economía, o peor, a que una nación del otro lado del mundo devalúa su moneda y crea un cataclismo global, entendemos sobradamente la interdependencia del mundo económico porque es nuestro pan de cada día. Pero lo que no podemos aceptar es que se atribuyan a estos factores problemas que han comenzado desde hace ya bastante. La caída del poder adquisitivo en Juárez empezó desde 2010 y no ha hecho más que recrudecerse, con aparentes periodos de recuperación que no han alcanzado a remontar las curvas de las caídas, de modo que al final hoy estamos viviendo una acumulación de pérdidas que, ahora sumado a los factores internacionales, está verdaderamente apretando la economía doméstica de nuestra frontera. Y en estos días es aún más notorio, se trata de la mitad de año y del regreso a clases que siempre marca un punto importante para la economía familiar.

En estos días, los padres de familia tienen que sacar del gasto de todos los días para poder afrontar la compra de útiles y colegiaturas, la renovación de uniformes, parece poco cuando se hacen análisis de finanzas a gran escala, pero en el día a día, es algo que puede desbalancear a la familia si se recurre al préstamo o a la compra a crédito, será un gasto diferido que seguirá presente en los gastos por varios meses y, sin duda, volverá todavía más precaria la economía de casa. De acuerdo con una estimación publicada por El Diario, se considera que el poder adquisitivo en nuestra frontera ha caído 25%, considerando el efecto de la depreciación del peso, el aumento de precios generalizado y la caída de los ingresos. Es un porcentaje dramático, significa que cuando se hace la compra habrá un cuarto menos de productos que las familias pueden adquirir. Para quienes sólo logran cubrir sus necesidades básicas esto implica sacrificios que colocan a una buena franja de la población por debajo de los márgenes de pobreza.

La situación en estos días es cada vez más grave, y lo más terrible es que los propios ciudadanos no nos explicamos cómo es que hemos llegado a este punto. A diferencia de lo que se vivió hace 20 años en la crisis del 94, en donde el colapso tuvo nombre y apellido, en este caso, aunque muchos indicadores estén llegando al mismo nivel de lo que pasó en ese entonces, no está claro de dónde ha venido esta crisis, en manos de quién está, si efectivamente se trata de algo que ha venido del exterior o se trata de una manejo verdaderamente ineficiente de quienes llevan el timón de la economía nacional. Sea como sea, lo urgente es que se admita que estamos viviendo días muy difíciles, que se asuma que hay una crisis económica que requiere medidas extraordinarias y que nuestro gobierno presente un plan de emergencia económica que vaya más allá de la subasta de la reserva federal, que fue un parche muy chico para una herida que sangra por todas partes.

LIBRO DE LA SEMANA. Amigas y amigos, hoy les comparto ÉRASE UNA VEZ MÉXICO 1 y 2, de mr.ediciones, Sandra Molina y Alejandro Rosas, nos llevan de la mano de un México DE LAS CAVERNAS AL VIRREINATO y DEL GRITO A LA REVOLUCION. Dinámico, excelente. Por supuesto, y como siempre, recibiré sus comentarios con agrado: @ednalorefuerte.