Gerardo Cortinas Murra
2015-08-23En la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, el presidente Enrique Peña Nieto expresó su opinión con respecto a la resolución de la Secretaría de la Función Pública (SFP) en la que se dictaminó la inexistencia de un conflicto de interés de ciertos funcionarios actuales. Estos son algunos de los puntos de vista expresados por el Presidente de la República:
“…quisiera abordar con ustedes un tema del que aquí se ha hablado en parte, precisamente por parte de un representante de la sociedad civil. Pero un tema que particularmente ha captado la atención muy especial, el día de hoy, a partir del resolutivo que la SFP presentó y que ha puesto a disposición de toda la ciudadanía –a través de Internet– los resultados de la investigación para determinar si hubo o no conflictos de interés que involucraban, incluso, al Presidente de la República”.
“Es aquí donde quisiera abordar y fijar claramente un posicionamiento sobre este tema. La conclusión de esta exhaustiva investigación es que las conductas de las partes involucradas fueron legales y que no existieron dichos conflictos… La investigación demuestra que la conducta, tanto de mi esposa y la mía, estuvieron plenamente apegadas a la ley. Sin embargo, estoy consciente y reconozco que estos acontecimientos dieron lugar a interpretaciones que lastimaron e incluso indignaron a muchos mexicanos. A todos ellos, les ofrezco una sincera disculpa”.
“Estoy plenamente convencido que en el México actual, la conducta del Presidente de la República como Jefe del Estado y la de todos los que tenemos el privilegio de servir a los mexicanos, además de estar apegada a derecho, debe ser tal que nuestras acciones no generen desconfianza entre la población. Debemos entender que nuestra responsabilidad pública se rige por la ley, pero que también estamos obligados a actuar, de tal manera, que nuestras acciones no provoquen, ni sospechas, ni malinterpretaciones. Mi Gobierno promovió, junto con el Congreso, los partidos políticos y destacados expertos y miembros de la sociedad civil organizada, una de las legislaciones más avanzadas en materia de transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción. Se trata de un cuerpo normativo que no tiene precedentes en la historia de nuestro país… Por ello, trabajaré con el Congreso de la Unión para concretar la Legislación Reglamentaria del Sistema Nacional Anticorrupción”.
“Los mexicanos hemos ido perdiendo algo fundamental para crecer como sociedad y como país: la confianza en el Gobierno Federal, en los gobiernos locales, en el congreso Federal y en las Legislaturas de los Estados, en el Poder Judicial de la Federación y en el Poder Judicial de las distintas entidades. Desafortunadamente, las instituciones públicas y privadas han sufrido un deterioro en la confianza. Y lo más grave, también existe una pérdida de confianza entre los ciudadanos mismos… Por ello, es momento de iniciar un profundo esfuerzo, un esfuerzo común para recobrar este valor que hemos perdido… Sé muy bien que la confianza no la vamos a recuperar con discursos…”
Al final de su discurso, Peña Nieto ‘convocó’ a los mexicanos a “recuperar la confianza de México y la confianza en México”. Por desgracia, la convocatoria presidencial es, como otras tantas, frívola y falaz. Y para demostrarlo, a través de este espacio editorial, formulo la siguiente propuesta a Peña Nieto: Se deroguen las fracciones I y VII del Art. 61 de la Ley de Amparo, en las que se establece la improcedencia del juicio de garantías en contra de reformas al Pacto Federal y del nombramiento de funcionarios de la Administración Pública.
De no ser así, Peña Nieto seguirá imponiendo, a diestra y siniestra, su miope visión socioeconómica y nombrando a personajes aduladores de su persona sin que los mexicanos contemos con un instrumento jurídico-político por medio del cual se exprese el repudio social; pero además, nos dé oportunidad para revocar las impopulares acciones del gobierno federal.