Concesiones Federales

Sixto Duarte

Una de las características de los mexicanos (en especial de los habitantes fronterizos) es el estar siempre haciendo comparaciones de cómo funcionan las cosas en ambos lados de la frontera. Si alguna cosa no funciona de manera correcta en México, volteamos inmediatamente hacia el norte, pensando que probablemente el tema del que hablamos funciona mejor allá. De igual forma nos sentimos orgullosos cuando las cosas se dan de manera inversa y somos nosotros quienes tenemos algún tema más desarrollado que nuestros vecinos.

No estoy de acuerdo en que para que las cosas funcionen emulemos todo lo que nuestros vecinos hacen. No somos dos sociedades exactamente iguales y, por tanto, no puede haber dos soluciones exactamente iguales a dos problemas probablemente diversos. Estas comparaciones se dan prácticamente en todos los ámbitos, desde gobiernos y sistemas políticos hasta infraestructura y educación. Sin embargo, creo que hay temas que sí deben ser objeto de comparación por poderse aplicar perfectamente a ambos casos.

Menciono lo anterior por un tema que recientemente se ha estado debatiendo por los actores políticos de la localidad, que se refiere precisamente a la administración de los recursos generados por el uso de los puentes internacionales. Caminos y Puentes Federales administra los peajes del puente Paso del Norte y la empresa PROMOFRONT es la concesionaria del puente de Zaragoza. Los recursos que ambos puentes reciben vienen precisamente del bolsillo de los juarenses, y no hay claridad respecto a cuánto de ese dinero se queda efectivamente en Juárez. Ambas concesiones han sido otorgadas por el Gobierno Federal en distintas épocas. Para el caso de transporte de carga en todos los puentes (salvo los del centro), las autoridades locales tienen que proveer de infraestructura y caminos que hagan posible el transporte de mercancía. La pregunta en este caso sería si los recursos que la federación destina a Juárez son suficientes para poder habilitar infraestructura suficiente para el transporte internacional de mercancías.

En el caso de nuestros vecinos, la administración del Aeropuerto Internacional de El Paso está a cargo del gobierno local. También la administración de los puentes de peaje está a cargo de la Ciudad de El Paso. Nada más lógico que esto. Quien tiene que habilitar las comunicaciones para poder acceder a estos puentes es la autoridad local. La autoridad con competencia para poder dirigir el tráfico en caso de embotellamientos es la ciudad. Es a la población local, más que a las autoridades en Washington, D.C. o en México D.F., a quien le interesa más que a nadie el intercambio comercial entre ambas ciudades. Entonces, ¿por qué estar todavía debatiendo si es la federación la que deba manejar estos recursos? Somos los juarenses víctimas de un federalismo mal entendido en este rubro.

Celebro que las autoridades hayan dado un paso para lograr este viejo anhelo de Juárez. Sin embargo, como todas las decisiones políticas, ésta no está exenta de politización, pero sobre todo de partidización. Al haber sido una lucha que en su momento encabezó Francisco Villarreal, muchos actores de la oposición han puesto pretextos a este gran paso para la ciudad, pues creen que su única bandera ha sido ahora tomada por autoridades emanadas de otro partido. Sin embargo, considero que lo importante es no quitar el dedo del renglón y que sean las autoridades locales las que decidan en qué invertir los recursos que los puentes generan. La creación del fideicomiso para la administración de estos recursos garantizará la pluralidad de opiniones sobre el tema.

Ya en otra ocasión hablaremos del aeropuerto de Ciudad Juárez, también concesionado a Grupo Aeroportuario Centro-Norte (OMA), pero que cree que no debe pagar predial, derechos de alumbrado público y se maneja como un oasis de impunidad respecto a la ley aplicable por parte de las autoridades locales. Por lo pronto, esperemos que el tema de los puentes sea resuelto en breve.