Opinion

Dólar caro: fruto de la especulación

Miriam A. Ornelas

2015-08-20

Por nuestra ubicación fronteriza con los Estados Unidos las oscilaciones de la paridad cambiaria nos afectan en forma inmediata y de acuerdo a información publicada por El Diario de Juárez, el dólar norteamericano alcanzó la cifra récord de 16.90 pesos por unidad de la divisa verde lo cual ha puesto en jaque a la mayoría de los comerciantes y a muchas empresas de nuestra ciudad que se surten de mercancías en el país vecino.

Después de una racha de aumentos, los cuales fueron soportados duramente por comerciantes de nuestra ciudad, el miércoles pasado se desbordó el reetiquetado de mercancías importadas porque de no hacerlo es fácil entender que se descapitalizarían y sería imposible el resurtido de sus anaqueles. Las mercancías de origen nacional siguieron mayormente estables pero se corre el peligro que sigan a corto plazo la misma ruta alcista. Malo para las empresas que tienen que absorber el aumento sin poder proyectarlo a los precios de los productos o servicios que ofrecen a la ciudadanía consumidora. También para los trabajadores, que ven aumentados los precios y disminuido el poder adquisitivo de su salario.

El Gobierno federal está realizando maniobras financieras para evitar la tendencia alcista del dólar y así, “tras el cierre de la jornada a las 3:00 de la tarde convocó a la última subasta del día; recibió una demanda de 43 millones de dólares pero sólo asignó 33 de los 200 que ofreció a un tipo de cambio de 16.59 pesos por billete verde. Con ello se pretendía inyectar liquidez al mercado”. Todo indica que es la especulación deshonesta la que está interponiendo obstáculos artificiales para la estabilización del tipo de cambio, como si con ello pudiera ganarse algo. Craso error que pagan muy caro quienes adquieren la divisa por la necesidad de continuar con la operación normal de sus negocios.

Se nos informa que en los últimos 12 meses se ha dado una depreciación del 25.6 por ciento, que nada tiene que ver con el 4 % de la depreciación artificial de la moneda china, por lo que toda la demasía de hasta un 21.6 % solo se explica en el efecto de la especulación, efecto que ya comienza a golpear la estabilidad de empresas y a los juarenses. Nuestros indicadores económicos aztecas nos dicen que el país, lejos de debilitarse se está fortaleciendo económicamente, las reservas en dólares están más sanas que nunca y el único descalabro que hemos sufrido es el del derrumbe de los precios del petróleo, aunque esto no tiene gran incidencia porque nuestra economía está mucho más diversificada.

Pero es justo decir que lo grueso de la acción especuladora se focaliza entre los grandes capitalistas porque en el trasiego de los comerciantes, a nivel de calle, esta acción especulativa no ha sido importante debido a que el dólar que compra la gente menuda en las casas de cambio no ha pasado de costar 16.25 pesos por billete verde, lo que nos prueba que esos inversionistas están comprando un dólar muy caro y tal vez por eso al gobierno federal no le importa vendérselos.

Pero al final de cuentas sí se aprecia un incremento de los precios en que inciden los productos y servicios en el mercado corriente o doméstico y eso constituye el punto neurálgico de un proceso inflacionario que siempre perjudica a las amas de casa que diariamente se enfrentan a la tarea de espulgar entre los anuncios de ofertas de los grandes supermercados para elegir los productos más baratos. Eso nos indica que la cautela y el buen juicio se están incrementando entre los consumidores finales que no quieren apoyar con su compra a los comerciantes careros. Eso siempre será sano.

Por su parte, si bien es cierto que las sucesivas devaluaciones de nuestra moneda o el encarecimiento del dólar será un obstáculo para el crecimiento de las empresas chicas y medianas de nuestra ciudad, no menos cierto es que este abaratamiento del peso contribuye a la expansión de la industria maquiladora de exportación, de tal manera que la demanda de mano de obra está provocando un incremento en las percepciones de la clase trabajadora que, a la postre, amortiguarán el proceso inflacionario atizado por el dólar caro.

Como quiera que sea, la inestabilidad de la paridad cambiaria es un perjuicio para todos y se espera que este movimiento telúrico financiero termine en breve.

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