Opinion

Anaya y Corral: con su PAN que se lo coman

José Cárdenas

2015-07-31

Distrito Federal- Los dos suspirantes a la dirigencia nacional del partido dizque de la gente decente, están sordos.

En su primer y único debate, Ricardo Anaya y Javier Corral no transitaron por la ruta de la unidad en defensa de la democracia ni dejaron de lado las confrontaciones estériles como les exigía la militancia.

Anaya propuso abrir el PAN a los ciudadanos, pegar lo que está roto, renovar los procesos internos, elaborar un padrón verdaderamente confiable, hacer del blanquiazul un partido ganador, moderno, fresco y renovado; una oposición firme y valiente frente al PRI corrupto, corruptor e ineficiente.

En cambio, el también senador Javier Corral dedicó sus turnos en el debate a defender lo que ha llamado “la rebelión de las bases” contra la cargada y la sumisión representada por “el joven maravilla”, plenamente identificado con la “dictadura” de Gustavo Madero.

¿De veras hay que creerle a Anaya que no tiene dueño?

Mientras el queretano –el más consentido por los medios de comunicación– presume alianzas con tribus panistas rivales, el chihuahuense Javier Corral se ha hecho célebre por su pleito sinfín con los concesionarios de la radio y la televisión, en particular con Televisa, que desde hace once años le reclama no haber pagado una campaña de spots contratados cuando fue candidato al gobierno de su estado en 2004… y qué decir de la confrontación con el gobernador de su tierra, César Duarte, a quien Corral no baja de  “corrupto”, o con Felipe Calderón, a quien ha llegado a llamar “cobarde”.

¿Dónde quedó en el debate la cacareada unidad en defensa de la democracia, la promoción de las libertades, pero, sobre todo, la construcción de una oposición que lleve las voces de los ciudadanos ante el gobierno federal y en beneficio de un país que no necesita complicidades, y menos silencio?

En realidad, Anaya y Corral representan la contienda del partido de los moches y los mochos; lastrado por cacicazgos e indecencias; castigado con rigor en las pasadas elecciones por no haber resuelto sus conflictos después de la debacle en la última contienda presidencial.

Anaya y Corral quedaron largos en palabras y cortos en ideas.

Manlio, sorpresas te da la vida. En el PRI manda más el Presidente… y nadie más que viva enfrente.

Aunque el aplausómetro desbordó a la asamblea tricolor, queda claro que el primer priista del país fue a la sede nacional del partido a enfriar los ánimos “acelerados” por la sucesión presidencial… y el relevo de la dirigencia nacional.

Enrique Peña Nieto habló de honrar la confianza de millones de ciudadanos que han respaldado a su partido como la mejor opción política… y dio línea: “No obstante que algunos se adelantan al calendario electoral de 2018, para nosotros, estos son tiempos de trabajar y de cumplirle a México impulsando un cambio con rumbo y estabilidad (…) Hoy no hay espacios para proyectos personales”.

Estense quietos, sosiegos y tranquilos, pues…

Nadie supo ni sabe cómo hará el Presidente para lograr una doble estrategia triunfadora: colocar a su hombre en la candidatura para “la grande”, y a otro –difícilmente podrá ser el mismo– en la conducción del PRI. En ambos casos, varios nombres se barajan, pero sólo Peña Nieto tiene en sus manos las cartas marcadas. Nadie más.

Si el Presidente ya firmó alguna decisión, lo habrá hecho con tinta invisible…

A estas alturas, la inminente sucesión en el PRI navega entre variables e incógnitas.

En la reunión del sábado flotaba –con insistencia– una pregunta: ¿si no es al PRI, a dónde va a ir a dar Manlio Fabio Beltrones?

El sonorense se ha convertido en pieza clave del nuevo juego político interno. El sistema no lo puede desperdiciar… pero tampoco queda claro cómo lo pueda digerir.

El Presidente dibujó un retrato hablado que no corresponde a quien muchos dan por hecho al frente del tricolor:

“Es momento de que el PRI actualice su organización y estructura para reflejar las nuevas condiciones y dinámicas sociales del país. Es momento de que el PRI regrese a las universidades, que despierte nuevamente el entusiasmo de la juventud. Es tiempo y oportunidad de que nuestro partido sea un espacio de participación para los jóvenes talentosos, comprometidos con su país”.

¿Si no el colmillo de Manlio, habrá quien pueda conducir un reto de ese tamaño… ante la “bronca” realidad?

Sí… habrá sorpresa en el PRI.

El monje loco. Delira Andrés Manuel, acusa a Peña Nieto, a Osorio Chong y a Videgaray de haber exigido el cese fulminante del acaudalado Piojo. Entonces qué, ¿ya lo perdimos, Houston?

Twitter: @JoseCardenas1

www.josecardenas.com

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