Opinion

¿Hacer historia o cambiar la historia?

Carlos Murillo M.
Abogado

2015-07-25

Los políticos chihuahuenses en varias ocasiones han hecho historia en el Grand Slam de la política nacional, en específico, como decisores en las esferas del poder. Por otro lado, cuando han alcanzado estos espacios del poder a nivel nacional, en el discurso, los mismos políticos chihuahuenses casi siempre le han cantado a su tierra con fervor desde las oficinas en el Distrito Federal, como lo hace el mexicano que entona el Cielito Lindo en cualquier estadio extranjero cuando se presenta la selección de futbol, pero no hay mucho más que contar.
En ese sentido, ni el discurso, ni la práctica de la influencia en la toma de decisiones de la vida política nacional, ha provocado cambios sustanciales en la historia de los chihuahuenses. Unos cuantos han sido los beneficiarios de estas incursiones, pero Chihuahua se ha quedado pendiente.
A últimas fechas, un grupo de funcionarios y representantes populares que han puesto a Chihuahua en el mapa a nivel nacional, pero ¿en qué nos beneficia a los chihuahuenses tener a estos actores en la vida política nacional, si el ciudadano común, en la vida cotidiana no detecta ninguna diferencia?, esa es la pregunta que debemos hacernos.
Recuerdo que en alguna ocasión, don Armando González Soto, ex presidente municipal de Ciudad Juárez y uno de los políticos juarenses con mayor presencia en el escenario nacional, platicaba un pasaje de su anecdotario, decía que en una plática con su amigo el presidente Luis Echeverría –quien lo hizo contralor del Distrito Federal-, le dijo “señor, yo soy juarista, pero no solo por ser admirador de Benito Juárez –don Armando además era masón-, sino porque amo a Ciudad Juárez, tanto así que he contratado a decenas de juarenses en el Gobierno del Distrito Federal”, lo que hizo brotar una sonrisa del rostro del presidente, quien veía con agrado que González Soto le cantara a su tierra.
Todavía hay personajes de la vida política que recuerdan aquella ola de juarenses que invadió la capital, muchos de ellos estudiando y trabajando gracias a don Armando González Soto, esa aportación a la vida de tantas personas cambió el rumbo de muchos de ellos, ya que tuvieron una ventana de oportunidad para lograr escalar en la pirámide social. Su aportación en este sentido no es menor, hizo lo que podía hacer por su tierra.
El juarense Teófilo Borunda, es otro de los forjadores de la historia política, apodado El Ciclón, don Teófilo fue uno de los gobernadores más populares y llegó a ser presidente de la Cámara de Diputados, para los juarenses es la encarnación del oficio político, sin duda un hombre muy respetado, que en política no se cuentan por montones.
También don Manuel Bernardo Aguirre, fue Secretario de Agricultura y Ganadería, además de senador, presidente municipal y gobernador, un hombre al que se le atribuyen grandes dotes para la operación política y el arte de la negociación, que logró atraer grandes beneficios para los chihuahuenses durante su gestión como funcionario federal, todavía se alcanzan a ver las obras en los poblados de la Sierra Tarahumara que llevan la firma de don Manuel Bernardo, sin embargo, el rezago social no se resuelve en un sexenio.
Otro chihuahuense de estatura nacional, fue don Óscar Flores Sánchez, quien fue Procurador General de la República con José López Portillo y también ex gobernador del estado y senador, don Óscar, vivió los momentos más convulsos de los movimientos estudiantiles y el descontento social, aun así, su paso por la vida política nacional fue histórico.
En otra época, don Paco Rodríguez Pérez también estuvo en primera fila de la arena nacional, mi padre Carlos Murillo De la Cruz lo acompañó por esa travesía, el me platica que formaron un grupo de políticos idealistas donde se suscribieron don Arturo Soto, los profesores Guadalupe Díaz, Manuel Murillo y Lucio de León, los abogados Jesús Carbajal Casas y Rubén Luna, y otros tantos que la historia registra en las páginas de las luchas populares que se vistieron de gloria –aunque la gloria y el triunfo no siempre vienen juntos-,  y que, siendo diputado federal, Paco Rodríguez fue el chihuahuense más cercano al Secretario de Gobernación Mario Moya Palencia, quien por un pelito estuvo a punto de ser el sucesor de Luis Echeverría, y esto hubiera catapultado a un grupo de chihuahuenses a los cuernos de la luna, esto no sucedió, pero aun así Rodríguez Pérez fue un gestor incansable de los paisanos y generó una corriente de izquierda al interior del PRI, esta conciencia de justicia social que hasta hoy sobrevive, es un legado tan valioso como la construcción de una escuela.
Cualquiera que se haya sentado en la silla del gobernador, seguramente tuvo una red de amistades a nivel nacional que le ayudaron desde el centro de las decisiones políticas, pero también en esto hay niveles, algunos vivieron el resto de sus vidas en la añoranza de un pasado dorado y otros, hasta su último aliento respiraron poder, de ahí que podríamos hablar de varios ex gobernadores que estuvieron en el pandero a nivel nacional y otros que se quedaron en la sombra.
En la historia reciente de Chihuahua, ya en la era del PAN, dos de los políticos que también fueron a las grandes ligas fueron Pancho Barrio, quien muchos años fue ícono del panismo nacional, por el verano caliente del 86 y el emblemático triunfo en 1992 de la gubernatura, y Eduardo Romero Ramos, ambos repitieron la dosis en la Secretaría de la Función Pública, al llevarse a decenas profesionistas y estudiantes a la Ciudad de México, para ser incrustados en la administración pública federal, muchos de ellos todavía sobreviven en el monstruo de la burocracia, y a muchos ya hasta se les olvidó que eran panistas, como suele suceder.
Recuerdo una plática con el ingeniero Pablo Espinoza Flores, quien dice que por la década de los noventa, los operadores electorales del PRI fueron a otros estados a trabajar, cuando el gobierno de Carlos Salinas, preocupado por la falta de legitimidad en las urnas, mandó llamar al CEN del PRI a varios chihuahuenses y los nombró delegados. En esa misión demostraron su capacidad política ganando elecciones, lo que hizo que cobraran fama en el país, de esa forma, con el plan de los chihuahuenses se lograron triunfos contundentes en las urnas, a ese proceso se le llamó la chihuahuización del territorio nacional, algo que también puso en el mapa a nuestra tierra.
Hoy en día, con la llegada del PRI a Los Pinos en el 2012, varios chihuahuenses han asumido puestos de representación popular, es el caso de las senadoras Lilia Merodio y Graciela Ortiz, quienes son protagonistas en la Cámara Alta y han logrado atraer recursos para el estado. Por otro lado, a su modo, pero el senador con licencia Javier Corral, pelea la dirigencia de su partido, contra el equipo de otro chihuahuense que ha jugado en las ligas mayores los últimos años, me refiero a Gustavo Madero, quien es un competidor natural por la candidatura del 2018 por el PAN.
Otros actores políticos son los exgobernadores Patricio Martínez, quien es senador y Reyes Baeza quien es Vocal Ejecutivo de FOVISSSTE, quienes, en el desempeño de sus funciones han logrado atraer las miradas de los observadores de la cuestión política nacional, todos ellos ya hicieron historia con su carrera política.
Para cerrar esta batería de personajes, es necesario mencionar al gobernador César Duarte Jáquez, quien es uno de los actores políticos del país con mayor influencia en la vida política de las últimas décadas, el mandatario chihuahuense, en sus palabras “con Calderón se metió hasta la cocina y con Enrique Peña Nieto se convirtió en el cocinero”, con esta analogía y en los hechos, ha demostrado una capacidad de operación política eficaz y con precisión quirúrgica, lo que le ha convertido en un hombre cercano al presidente y se ha ganado la confianza del grupo de poder.
No es gratuito, ni fortuito que, la semana que finaliza, el mandatario estatal haya logrado traer a los titulares de la Secretaría de Economía, de Conagua y del IMSS al estado, para entablar acuerdos que benefician a los chihuahuenses, en la misma semana estuvo en la Conago donde coordina la mesa de seguridad y justicia y visitó a funcionarios de primer nivel en el Distrito Federal, sin desatender el estado.
César Duarte logró cambiar la historia en Chihuahua, los hechos hablan por sí mismos, en cuatro años la vida de los chihuahuenses ha dado un giro de 180 grados, sobre todo en el tema de seguridad, es por esto que el Gobierno del Estado, se ha ganado la confianza de la sociedad, además, César Duarte es uno de los gobernadores con mayor capacidad operativa e influencia en México, lo que le ha puesto en la antesala de una secretaría a nivel federal o de la misma presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, lo que sería histórico en lo político, pero también es una gran oportunidad para seguir cambiando la historia de Chihuahua, y continuar siendo el primer gestor de la entidad, para lograr llevar al estado al número uno a nivel nacional en los indicadores de Educación, Desarrollo Económico, Desarrollo Social, Administración de Justicia y en infraestructura.
Por lo tanto, no se trata sólo de entrar al Grand Slam de la política nacional, lo extraordinario es gestionar beneficios para los chihuahuenses que nos pongan al nivel del desarrollo económico de Nuevo León, de infraestructura del Estado de México y del desarrollo social de la Ciudad de México, ese debe ser el objetivo de todos, esa es la diferencia entre hacer historia y cambiar la historia, el gobernador César Duarte tiene el reto de seguir cambiando la historia de Chihuahua, desde donde esté.

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