Opinion

Obra pública: costosa y mal hecha

Adela S. González
Analista

2015-07-19

El alcalde Enrique Serrano Escobar anunció a los juarenses “una bolsa muy grande” de la Federación para obras de pavimentación. Días después, el gobernador César Duarte lo confirmó sin precisar monto ni fecha de la asignación, atribuida a sus buenas gestiones en las instancias federales.
Poco de historia: Los juarenses nos alegramos cuando el Congreso del Estado aprobó el Plan de Movilidad Urbana (PMU) y el préstamo millonario para su realización hace más de dos años y por la cuantiosa inversión desatamos expectativas e idilicamente imaginamos una ciudad transformada y bien comunicada. El avance de 96 por ciento en las obras proyectadas indica el próximo finiquito del cuestionado plan que caro salió además del dinero por las molestias a los ciudadanos, irregularidades, falta de calidad en algunas obras detectada por las propias autoridades (la última en el boulevard Teófilo Borunda) y su dispersión (un puente aquí, una calle allá) dejando  en duda la justificación de la deuda contraída.
Lo anunciado por los titulares del Gobierno municipal y estatal apunta a otro proyecto de envergadura que invita a reflexionar sobre el mismo, precisando presupuesto, plazo de realización, viabilidad y costo social traducido en molestias de diversa índole incluyendo la pérdida de tiempo que nadie valora.
Se sugiere una vigilancia ciudadana estrecha en cada paso, desde el estudio, hasta la calidad y durabilidad de cada centímetro de pavimento, la aplicación de recursos que de ninguna manera llegarán como concesión gratuita o dádiva de la Federación pues proceden de las aportaciones vía impuestos que todos pagamos. De ejecutarse lo anunciado se aminoraría el enojo por el alza al IVA de 11 a 16 por ciento, pago por peaje de los puentes internacionales que deja millones de los cuales Juárez alcanza tan sólo 12.5 por ciento, entre otros.
Las experiencias dejadas por gobiernos fallidos en políticas públicas plantean la exigencia de vigilar con lupa todo lo que se haga con dinero proveniente de las arcas públicas, sean municipales, estatales o federales como sería este caso.  El dinero mal gastado en obras a lo mejor necesarias pero mal hechas como el Camino Real y el tunel de la 16 de Septiembre obligan a la intervención ciudadana para definir lo más conveniente para la ciudad y por ende, para todos los que la habitamos pues no es posible seguir confiando en quienes tanto han defraudado causando pérdida constante de recursos y que la ciudad trunque aspiraciones de desarrollo.
No deben consentirse proyectos como el PMU costosos y mal hechos.
El enojo ciudadano por los errores en el PMU y demás obras no es gratuito y plantea la eterna pregunta de Héctor Suárez, sin respuesta todavía: ¿qué nos pasa?  Es grande el hartazgo por decisiones tomadas sobre el escritorio, analizadas por ineptos desconocedores de las necesidades reales de un Juárez  que crece desmesurada y anárquicamente (dispersión incluida), con funcionarios que aprueban las grandes construcciones encomendadas a ingenieros, arquitectos y urbanistas  que más aprenden del conocimiento empírico del más humilde albañil que de las universidades que los titulan. Preocupante que acción ninguna de la administración tenga buen recibimiento ciudadano; tan pronto se anuncia el proyecto comienzan las dudas sobre quiénes serán los realmente beneficiados o, como sucede, estará al servicio de intereses políticos o económicos que sólo dejan greguerías, o bien si simplemente alargarán la currícula de quien las dispone bajo la desgastada justificación del beneficio común.
La indiferencia ciudadana sobre políticas públicas ha llevado las cosas al límite; continuar aceptando como irremediable las fallas y derroches evidentes,  mantendrá a Juárez en iguales o peores circunstancias que las actuales donde se distinguen obras en proceso permanente como el Centro de Convenciones y el Centro Histórico y numerosos sectores escenario de caos vehicular causantes de pérdidas económicas y traumas en la sociedad.
Sobre prioridades: homenajear al cómico Tin Tan con un museo construido exprofeso costará a la administración serranista  diez millones de pesos, la mitad ya segura y la otra en gestión declaró el alcalde. En tanto los niños en edad escolar regresarán a las aulas en la etapa más calorosa del año igual que antes de las vacaciones: sin agua, sin aire, sin servicios…  

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