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Los Oscares: la difícil batalla por la diversidad

Michael Cieply y Brooks Barnes / New York Times News Service

2016-02-11

Los Ángeles— Aproximadamente 87 por ciento es blanco. Alrededor de 58 por ciento es hombres. Más o menos dos tercios tienen por lo menos 60 años de edad.
Mientras la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas batalla para abordar la indignación por la falta de diversidad en su membresía, una revisión cuidadosa de su grupo más grande, el de los actores, muestra que terminar con el desequilibrio en sus filas podría ser más difícil que, por decir algo, pronosticar a los ganadores anuales del Oscar.
Es típico que la Academia sea renuente a revelar la identidad de sus miembros y a proporciona regularmente la información demográfica respectiva. No hay una norma establecida para la membrecía; no hay coherencia cuando se trata de la cantidad de personas del sector cinematográfico a las que se invita a unirse cada año.
Sin embargo, un examen que hizo The New York Times de la rama de actores –cuyos más de 1,100 integrantes controlan las nominaciones para la actuación en los premios de la Academia– reveló los lineamientos raciales básicos. Con bases de datos públicas y privadas, The Times compiló información sobre casi 1,100 miembros de la rama actoral. Junto con los miembros blancos, alrededor de seis por ciento es negro, menos de cuatro por ciento, hispano y menos de dos por ciento, asiático. Las mujeres representan alrededor de 42 por ciento. Una portavoz de la Academia confirmó esos porcentajes.
La Academia ha declarado que su objetivo es duplicar la cantidad de minorías en su membrecía total para el 2020. No obstante, a medida que trata de rehacerse reclutando a integrantes más jóvenes y más diversos, así como prescindiendo de los que ya no están activos en el sector, está confrontando nuevos retos. Hay protestas de que está siendo injusta con los actores de mayor edad, inquietudes de que, simplemente, pudiera estar generando problemas diferentes para el futuro, así como, críticas de quienes forman parte de sus filas en cuanto a que no quiere usar categorías como raza, edad o género como algún tipo de principio organizador.
En los siguientes cinco años, la Academia tendría que añadir anualmente alrededor de 14 actores negros y, por lo menos, nueve asiáticos o hispanos para duplicar la cantidad de integrantes de la rama actoral en esos grupos étnicos. Eso representaría casi todos los sitios si invitara a 25 actores, que es a los que se les ofreció membrecía el año pasado.
Para conseguir la paridad de género entre los actores en cinco años, la Academia tendría que tener más del triple de admisiones anuales, de 80, mientras que añade tres mujeres por cada hombre. Suponiendo un índice anual típico de disminución de alrededor de 26 personas (en gran medida a causa de muertes), la membrecía de la rama sería de un 51 por ciento de mujeres para el 2020, pero, entonces, habría muchísimas más que los hombres entre los integrantes más jóvenes.
Había 6,261 miembros de la Academia en todas sus diversas ramas, según una tabulación anual que se dio a conocer el 14 de diciembre. Es posible que la cuenta de sus actores oficiales –1,138 votos, más 126 retirados de la Academia que no votan– se haya reducido con muertes recientes, como la de Abe Vigoda.
Al hablar por teléfono esta semana con Cheryl Boone Isaacs, la presidenta de la Academia, dijo que las decisiones más granulares en cuanto a alcanzar objetivos nuevos sobre la diversidad solo se pueden tomar cuando se reúnen diversos comités internos después de la ceremonia del Oscar, el 28 de febrero.
“Habrá un proceso muchísimo más factible este año”, dijo Isaacs sobre la autoevaluación anual que en los últimos años se ha centrado cada vez más en ampliar la membrecía.
La academia está arreglando sus listas, en gran medida, para limitar el derecho a votar a quienes están activos en el sector. El mes pasado, dijo que empezaría un esfuerzo de reclutamiento todo el año, orientado a la diversidad, mientras que también selecciona a miembros que no han trabajado en ninguna película en 10 años o no han estado activos durante tres décadas separadas. Cualquiera que haya estado nominado a un Oscar o lo haya ganado está excluido de esos requisitos.
El objetivo general, dijo Isaacs, es no cambiar los patrones de votación; esos, dijo, siguen siendo personales. Más bien, es para “representar más a la comunidad trabajadora, y también acercarse más al público en general”.
No obstante, ya ha habido una reacción negativa.
“No es la forma de abordar las cosas”, dijo Angie Dickinson, una actriz que podría perder su voto según las nuevas reglas, dijo en un correo electrónico. “Dickinson, de 84 años, cuya carrera incluye películas como la original “Ocean’s 11” en 1960, agregó que había enviado una misiva de enojo a la Academia.
“Mi mensaje a la Academia era solo éste: Yo, Angie, votante, les escribió: YO VOTO POR LA ACTUACIÓN… NO POR LA RAZA”.
Miembros de la Academia se han enorgullecido desde hace mucho del proceso de adhesión y decisiones en la votación basadas en la excelencia, un punto que enfatizó Isaacs en su entrevista. Asimismo, la rama actoral de la organización, sin importar su composición étnica, es excesivamente variada, incluidos ganadores del Oscar tan famosos como Meryl Streep y Tom Hanks; actores como Richard Roundtree, quizá más conocido por su papel como el personaje titular en “Shaft” de 1971, así como el comediante Russell Brand, quien ha aparecido en películas como “Forgetting Sarah Marshall”.
Si bien el porcentaje de actores negros entre los invitados del año pasado –tres o, aproximadamente, 12 por ciento– se acercaron a su parte proporcional en relación a la población estadounidense, el porcentaje de mujeres invitadas fue mucho menor. Se invitó a siete, o 28 por ciento del total, mientras que son 51 por ciento de la población. Al año anterior, seis mujeres estuvieron entre los 20 actores invitados, o 30 por ciento del total. En algunos años recientes, no hubo ningún invitado asiático o hispano.
“Se han hecho esfuerzos constantes, y se seguirán haciendo, para buscar a todos los candidatos cualificados”, dijo la portavoz de la Academia cuando se le preguntó sobre la cantidad de actrices a las que se invita a integrarse.
También parece que una reducción en los miembros actuales que votan podría resultar en que más mujeres que hombres las pierdan sus privilegios para votar, al menos en la rama actoral.
Con base en los créditos en la base de datos IMDbpro.com, la cual registra tanto las películas previas, como las que están en proceso –aunque no está completa y tiene errores–, más mujeres, cerca de 150, que hombres, unos 135, en la lista de la membrecía de la Academia que revisó The Times aparecían en la posición en la que la Academia podría examinar su estatus de activos. La vocera de la Academia disputó esas cifras cuando dijo que eran “sustancialmente más altas” que su propia evaluación preliminar sobre los miembros en peligro de perder sus privilegios. Sin embargo, aun si la misma cantidad de hombres perdió su estatus de activo que las mujeres, la membrecía de éstas se vería más afectada porque ya representan un porcentaje más reducido de la Academia.
También ha habido apoyo popular a los cambios que planteó la Academia. “Yo creo que estos nuevos lineamientos para la membrecía nos están llevando en la dirección correcta”, Margaret Avery, integrante negra de la Academia y nominada a un Oscar por su papel en “The Color Purple”, escribió en The Hollywood Reporter.
No obstante, se ha criticado al nuevo programa de diversidad de la Academia por penalizar injustamente a los actores veteranos. Más de 65 por ciento de los miembros que actúan que nacieron en 1955 o antes, lo que significa que tienen por lo menos 60 años. Casi todos los que podrían potencialmente perder su estatus de votantes debido a la “inactividad”, están en ese grupo.
“Sé que afectarán mi estatus de votación”, dijo Robert Hooks, de 78 años, quien es negro y ha actuado en cintas como “Passenger 57” y “Star Trek III: The Search for Spock”, aunque ahora está, efectivamente retirado de la actuación. “Pasas una vida buscando trabajar, luego te haces viejo y no está ahí”.
Desde hace mucho, las actrices de más años han tenido dificultad para encontrar papeles significativos en el sector del entretenimiento, concentrado en la juventud. También, ha bajado la cantidad de estrenos de los estudios en cerca de un tercio desde el 2006, lo que limita más las oportunidades. “Lo que es importante es encontrar más empleo”, escribió Dickinson. “Si el señor Spielberg llamara, yo estoy lista para filmar”.
Algunos miembros de más edad han sugerido que la Academia reconozca el servicio, incluido haber sido parte de jurados en concursos o en paneles suyos. Sin embargo, en los lineamientos oficiales que dio a conocer la Academia el mes pasado no se menciona nada que se le parezca.
Isaacs declinó hablar sobre la situación de algún miembro en particular.
Entre tanto, actores como Hooks esperan que más acción proteja su estatus en la Academia.
“Yo he sido votante”, dijo Hooks, “y no planeo dejar de serlo”.

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