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Mandatario chino recibe título de líder ‘nuclear’ del país

Chris Buckley / New York Times News Service

2016-02-06

Beijing— El presidente de China, Xi Jinping, ha tomado ya más poder más rápidamente que sus dos recientes predecesores, y ha demostrado gusto por audaces decisiones y odio a la disensión. Sin embargo, un nuevo impulso por elogiarlo como el líder “nuclear” de China, término resonante con la formidable estatura que tuvo en otra época Deng Xiaoping, sugiere que su dura búsqueda en pos del dominio no ha terminado.
A medida que Xi enfrenta desafíos económicos y se prepara para elegir una cohorte de subordinados, ha exigido que funcionarios del Partido Comunista cierren filas a su alrededor más estrechamente que nunca, y referencias a Xi como el líder “del núcleo” se han convertido en una ocurrencia diaria en los medios informativos del estado en China.
“Ese tipo de referencias repentinas y sin vergüenza alguna al predominio de Xi en la dirigencia sugieren que él finalmente ha dado la vuelta a la página con respecto a aplastar a la cábala de oficiales de alto nivel que se opusieron a su ascenso, al tiempo que sigue siendo un hombre con prisa cuando de consolidar su poder político se trata”, dijo Christopher K. Johnson experto en política china por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
En el arte teatral de la política china, expresiones formulaicas como “núcleo” son símbolos de poder. Funcionarios han sugerido que saludar a Xi como un líder de esa naturaleza –siguiendo los pasos de Deng, quien gobernó China a través de su transformación tras la muerte de Mao– lleva una advertencia de no cuestionar, ya no digamos desafiar, su autoridad a medida que el gobierno navega por turbulentos cambios.
“El orden mundial en que estamos está pasando por un profundo ajuste, y en el ámbito interno, este es un importante periodo de cambios profundos”, dijo Guo Jinlong, el jefe del partido de Beijing, en una reunión a mediados de enero, con base en diario Beijing Daily. “Necesitamos un dedicado núcleo de liderazgo más que nunca”.
Xi, cuyos vínculos formales incluyen al secretario general del Partido Comunista, ha indicado sus demandas por mayor lealtad a través de recientes reuniones de la dirigencia central, con el mensaje filtrándose hacia abajo. “Partido y gobierno, militar, civil y aprendizaje –este, oeste, sur, norte y centro– el partido es líder de todo”, dijo Xi en una reunión del mes pasado, según un informe ampliamente circulado por un equipo de propaganda dedicado a promoverlo a él.
En un estallido de declaraciones desde esa reunión, docenas de líderes en el ámbito provincial y otras comitivas de alto nivel han jurado –y exigido de sus subordinados– lealtad incondicional al “General secretario Xi Jinping, el núcleo”. Cada día de esta semana ha traído nuevas declaraciones de lealtad de ese tipo a Xi en los medios informativos del estado.
“Salvaguardar con determinación el núcleo, General Secretario Xi Jinping, y poner en marcha al pie de la letra todas las decisiones del centro”, dijo este lunes el secretario del partido de la provincia de Hunan en el sur de China, según el principal sitio de noticias en línea de la provincia.
Cuando menos 14 líderes de provincias, regiones y ciudades del ámbito provincial han usado esa frase, o algo casi idéntico, desde mediados de enero, con base en un conteo de informes de prensa.
“Salvaguardar con determinación la autoridad absoluta del centro del partido bajo el Camarada Xi Jinping como secretario general”, dijo Chen Quanguo, el secretario del partido de Tíbet, este miércoles. “Salvaguardar incondicionalmente, apoyar y ser fiel al Secretario General Xi Jinping, el núcleo”.
Los oficiales no han explicado en público qué generó las demandas de lealtad que Xi ha autorizado. Sin embargo, él enfrenta un año de temas con potencial contencioso: superar incertidumbres económicas que han socavado la confianza de inversionistas en su visión y continuar con una campaña de combate a la corrupción que ha eliminado de golpe los ingresos y la moral de oficiales. Xi ha dado la impresión de sentirse frustrado por lo que consideró medidas dilatorias e insubordinación por parte de oficiales locales, dijo Johnson, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. Sin embargo, dijo que no había evidencia que respaldara especulaciones en el sentido que Xi había enfrentado oposición concertada de altos oficiales.
Por el contrario, la extensa reorganización de Xi de las fuerzas armadas de China en meses recientes mostró que él se mantenía dominante, pese a inquietudes en torno a la desaceleración de la economía, dijo Johnson.
Además, todo parece indicar que Xi está sentando las bases para promover a gente leal, lo cual culminará en el siguiente congreso del partido en 2017, dijo Joseph Fewsmith, profesor en la Universidad de Boston que se especializa en política de la élite china. Xi fue instalado como alto líder en el último congreso en 2012 y es probable que siga siendo líder del partido hasta 2022.
Pese al intimidante poder de XI, él preside a una élite política que incluye a muchos nombrados promovidos por sus predecesores, Hu Jintao y Jiang Zemin. El Congreso le dará a Xi la oportunidad de instalar a su propia gente, y él quería poner de relieve la importancia que le confiere a someterse a sus objetivos, dijo Fewsmith.
“Siempre he creído que el juego era sobre el Congreso del Partido 19, y yo diría que este es el tiro inicial en los momentos previos a esa reunión”, dijo. Esto “parece una forma de anunciar una campaña para arreglos personales”.
Xi no ha dicho en público que él debería recibir el título de líder nuclear, designación que Deng confirió a Jiang en las agitaciones de 1989, luego que Jiang fuera instalado abruptamente como secretario general y luchara por establecer su autoridad. Más tarde, el mismo Deng y Mao también llegaron a ser elogiados como los líderes “nucleares” de sus generaciones.
El término resurgió tras reuniones efectuadas hace poco que XI presidió.
El 7 de enero, el Comité en funciones del Politburó, el círculo interno de siete integrantes de poder partidista manejado por Xi, exigió lealtad absoluta a la dirigencia central y a él, con base en Xinhua, la agencia de noticias del estado.
“La clave para fortalecer la dirigencia del partido está en mantener a la dirigencia centralizada y unificada del centro del partido”, decía el resumen oficial en los medios informativos del estado sobre una reunión del Politburó a finales de enero, consejo de los 25 cuadros más prominentes del partido. Exhortó a funcionarios a que apoyaran un “núcleo de firme liderazgo”.
“Alinéense con el centro del partido, alinéense con el Secretario General Xi Jinping”, han dicho múltiples versiones oficiales de las demandas de los líderes, usando un término de plaza de armas en chino para tropas engalanadas en rígida uniformidad.
Marcando un contraste, el predecesor inmediato de Xi como presidente y jefe del partido, Hu, conspicuamente nunca ganó el título de líder del núcleo en pronunciamientos del partido. Eso fue visto ampliamente como un reflejo de la posición de Hu como un líder relativamente débil, opacado largamente por Jiang, quien gobernó mediante consenso que, según detractores, engendró un punto muerto y corrupción.
Desde que llegó al poder en noviembre de 2012, Xi y sus aliados han presentado implícitamente su tarea como limpiar el caos dejado por Hu: corrupción, excesiva inversión industrial, contaminación, rencor social y desigualdad, así como una incipiente oposición al mandato unipartidista.
“Tan pronto como sea posible, debemos establecer la capacidad fundamental de Xi Jinping para gobernar este país como un punto de referencia, un modelo al que prominentes funcionarios en todas las filas del partido puedan aspirar”, decía un comentario adulador del partido sobre Xi que ha circulado ampliamente por los medios informativos de China. No se mencionó a Deng, Mao o cualquier otro predecesor.
Jin Zhong, el director editorial de un sitio web en Hong Kong que se enfoca en política china, dijo por teléfono que parecía imposible desafiar a Xi pero él se mantenía recelo de cualquier rival en potencia o grietas en su autoridad. El título del “núcleo” siempre es una forma de promover su predominio, aunque era muy pronto para saber si el término se incluiría en documentos oficiales en el siguiente congreso del partido, dijo Jin.
“Él ha estado reconfigurando los patrones de la política china para fortalecer su posición paso a paso”, dijo Jin. “La campaña de combate a la corrupción, tomando el control de la ley y el orden, reformando las fuerzas armadas, todo ha concentrado el poder”, dijo. “Esta expresión del ‘núcleo o fundamento’ es otro paso”.

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