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Ataques en París despiertan fervor patriótico en Francia

Liz Alderman / New York Times News Service

2015-11-26

París— Los ataques de militantes vinculados al Estado Islámico, hace menos de dos semanas en París, han despertado un fervor patriótico en Francia que no se había visto en décadas.
Miles de personas han estado acudiendo a darse de alta en el Ejército francés. El número de los que están tratando de enlistarse se ha quintuplicado, alcanzando los 1,500 al día. Oficinas policíacas locales y nacionales han recibido una gran cantidad de solicitudes. Incluso, la venta de la bandera francesa, que en raras ocasiones era exhibida por los ciudadanos, se ha disparado desde los ataques que provocaron la muerte de 130 personas.
“Nunca había visto algo como esto”, comentó el coronel Eric de Lapresle, portavoz del servicio de reclutamiento del Ejército francés. “La gente está llegando y contactándonos de manera multitudinaria a través de las redes sociales, usando palabras como libertad, defensa y la lucha contra el terror”.
Este arranque en Francia, que no tiene servicio militar obligatorio, refleja lo que sucedió en Estados Unidos después de los ataques del 11 de Septiembre. Dos años después de esos ataques terroristas, el número de personal activo en el Ejército de Estados Unidos aumentó en más de 38,000, ascendiendo a un total de 1.4 millones de soldados. Las razones por las que los jóvenes estadounidenses se ofrecieron como voluntarios para servir en el Ejército ha sido emulada por algunos de sus contrapartes franceses en este momento.
A unos cuantos kilómetros de donde los hombres armados irrumpieron en los restaurantes y el club nocturno Bataclan el 13 de noviembre, los reclutadores del Fuerte Neuf de Vincennes en el este de París se vieron inundados al día siguiente con solicitudes de jóvenes, ex personal militar y hasta retirados que querían saber si podrían tomar las armas y qué tan pronto podrían hacerlo.
Jeremy Moulin caminaba con sus amigos cerca de Bois de Vincennes en París cuando empezó a recibir mensajes de texto en su teléfono celular acerca de los ataques terroristas. El lunes, 10 días después de los sucesos, acudió al Fuerte Neuf para preguntar qué tan rápido podría ponerse el uniforme militar.
“Los ataques me motivaron aún más para proteger a mi país”, comentó Moulin, de 23 años de edad, un ex practicante legal quien comentó que frecuentemente había pensado en unirse al Ejército, aunque ahora está decidido a hacerlo. “Los terroristas atacaron el corazón de París. Si no los detenemos van a hacerlo nuevamente”.
La fuerza aérea francesa, cuyos bombardeos a manera de represalia en contra de objetivos del Estado Islámico en Raqqa, Siria, fueron vistos en imágenes que se hicieron virales en Internet, ha observado que las solicitudes para enlistarse han aumentado de 200 a unas 800 al día, según reveló un portavoz de esa agencia. El sitio Web del reclutamiento policíaco nacional francés fue visitado más de 13,500 veces al día durante la semana pasada, comparado con los habituales 4,500, mientras que las solicitudes se incrementaron de 1,500 a 4,500.
“De manera especial, los jóvenes se identifican cercanamente con lo que ocurrió”, comentó de Lapresle. “Los objetivos en el Bataclan y en las demás partes fueron jóvenes, por lo que están diciendo que quieren hacer algo”.
Esta oleada ocurre mientras el presidente François Hollande se está moviendo rápidamente para aumentar el gasto en el Ejército a fin de luchar contra lo que catalogó como una creciente amenaza terrorista en suelo francés y en el extranjero. Los atacantes de París eran mayormente ciudadanos franceses que residían en ese país y en Bélgica, y estaban coordinados con el Estado Islámico en Siria. El pasado viernes, militantes vinculados a al-Qaeda atacaron letalmente un hotel en Bamako, Mali, tomando como rehenes a ciudadanos franceses y a otras personas.
Muchos franceses también se sintieron alentados a enlistarse después de los ataques contra Charlie Hebdo, el supermercado Hyper Cacher y un suburbio de París en el mes de enero, en los que murieron 17 personas. Por lo menos 30,000 solicitudes se recibieron en los meses que siguieron, aunque algunas de ellas provenían de personas que buscaban venganza –que es lo que no quiere el Ejército– o, en algunos casos, de jóvenes radicalizados que están amenazando al Ejército, señaló Lapresle.

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