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Pide Australia a Filipinas recibir a migrantes rechazados

Austin Ramzy / New York Times News Service

2015-10-09

Nueva York— Australia se encuentra en negociaciones con Filipinas sobre la posibilidad de que este último acepte a refugiados que actualmente se encuentran varados en islas remotas del Pacífico, y que trataron de llegar a Australia en bote, comentó este viernes el ministro de inmigración.
Un plan similar de reubicar a refugiados en Camboya ha fracasado, pues únicamente cuatro se han dirigido allí desde que el país llegara a un acuerdo similar con Australia el año pasado.
“Hemos sostenido negociaciones bilaterales con otros países, incluyendo a Filipinas, tanto a nivel oficial como ministerial en el transcurso de algunos meses”, declaró a la prensa Peter Dutton, ministro de migración en Australia. Dutton agregó que la ministro del exterior, Julie Bishop, había tocado el tema con otros funcionarios durante la reciente Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York.
Dutton se negó a dar detalles sobre el posible plan. El periódico The Australian, que anteriormente había dado a conocer noticias de las negociaciones, señaló que el mismo podría costarle al país más de 150 millones de dólares australianos, o $108 millones, citando a funcionarios gubernamentales sin identificar.
El secretario de Asuntos Externos de Filipinas, Albert F. del Rosario, se reunió con Bishop en los pasillos de la Asamblea General, donde hablaron sobre “la migración irregular y los migrantes angustiados”, entre otros temas, de acuerdo con un comunicado filipino la semana pasada.
Australia se niega a recibir a refugiados que tratan de llegar a sus costas en bote, y ha enviado a cientos de ellos a centros de detención en la Isla de Manus en Papúa Nueva Guinea y en la pequeña nación isleña de Nauru. Australia señala que la política ha ayudado a reducir el número de personas que intentan realizar el arriesgado viaje por mar. Sin embargo, defensores de los refugiados señalan que los detenidos están siendo puestos en condiciones difíciles y peligrosas, y que no deben ser enviados a otros países en vías de desarrollo.
El plan de Camboya, con el que Australia destinó 29 millones de dólares australianos en ayuda a cambio de que el país aceptara a refugiados de Nauru, también ha sido criticado como un desperdicio de dinero. Pocos buscadores de asilo se mostraron interesados en establecerse en el empobrecido país del sureste de Asia, y Camboya señaló de manera reciente que ya no está dispuesto a recibir a más.
Un grupo de defensa filipino, Bayan, pidió al presidente del país, Benigno S. Aquino III, que diera a conocer detalles sobre las negociaciones con Australia. “Es una pena que un país desarrollado como Australia se niegue a recibir a los refugiados y opte por enviarlos a un país con problemas y en vías de desarrollo como Filipinas”, comentó el secretario general del grupo, Renato M. Reyes Jr.

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