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Marcan números en la piel a migrantes en República Checa

Dan Bilefsky / New York Times News Service

2015-09-03

Londres— Defensores de derechos humanos y grupos judíos se mostraron indignados ayer jueves luego de que las autoridades de República Checa marcaran números en la piel de los migrantes que fueron sacados de trenes anteriormente en la semana, decisión que compararon con prácticas de la época nazi.
Los funcionarios checos, quienes utilizaron plumones para escribir los números en las manos de algunos de los más de 200 migrantes en su mayoría sirios en la estación de tren Breclav el martes, al parecer no estaban al tanto del peso histórico de la práctica en relación con la Segunda Guerra Mundial, durante la cual los nazis tatuaron números de serie en los brazos de los judíos en campos de concentración.
El gobierno checo declaró el jueves que había interrumpido la práctica, pero el trato deshumanizante de los migrantes ha sido criticado por grupos defensores de los derechos humanos en un momento en el que países de toda Europa han tratado de ofrecer una respuesta a la crisis migratoria de cara al ascenso de partidos de extrema derecha que han satanizado a los migrantes.
El lenguaje utilizado para describir a los migrantes también ha sido criticado, incluyendo en Gran Bretaña, donde el primer ministro David Cameron en julio se refirió a ellos como “la manada de personas que vienen por el Mediterráneo”.
Esta semanas, el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau en Polonia fue criticado por instalar aspersores en su entrada a fin de combatir el calor, decisión sobre la que un visitante señaló que evocaba la terrible historia del campo de concentración.
Los episodios en República Checa y en el museo de Polonia, de acuerdo con Tomas Kraus, director ejecutivo de la Federación de Comunidades Judías en República Checa, muestran una falta de sensibilidad y de conciencia histórica.
“Han pasado 70 años desde la guerra, y las nuevas generaciones no tienen idea de lo que es la historia”, dijo por teléfono. “Hay una falta de educación y una falta de empatía. Si comprendieran la historia, las imágenes de la historia, no harían algo así”.
Jan Brulc, portavoz de la Red de Derechos de los Migrantes, grupo de apoyo con sede en Londres, comentó que el episodio checo reflejó la medida en que muchos países europeos están pobremente equipados para hacer frente al gran número de migrantes que están llegando al continente.
“El incidente muestra la forma en que ciertos países de Europa han sido tomados completamente fuera de guardia”, dijo. “La imagen del etiquetado de refugiados nos trae a la mente imágenes de la Segunda Guerra Mundial, y la Policía y los guardias fronterizos deben entender que por varias convenciones internacionales deben tratar a los migrantes con dignidad. Los países no pueden castigar a las personas por ser migrantes”.

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