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Funcionarios de EU valoran mayor amenaza terrorista

Eric Schmitt / New York Times News Service

2015-08-04

Washington— Los altos mandos de inteligencia, contraterrorismo y de seguridad en la administración Obama están divididos sobre cuál grupo terrorista representa la mayor amenaza al territorio estadounidense, si el Estado Islámico o al-Qaeda y sus afiliados.
La división refleja la creciente inquietud de que el Estado Islámico es una mayor amenaza inminente debido a su campaña sin precedentes de redes sociales, empleando sofisticados mensajes electrónicos para inspirar a seguidores a lanzar ataques a lo largo de Estados Unidos.
No obstante, varios funcionarios de inteligencia y contraterrorismo advierten que los operativos de al-Qaeda en Yemen y Siria capitalizan la agitación en aquellos países para diseñar ataques de mayores “bajas masivas”, incluyendo el derribo de aviones comerciales con cientos de pasajeros a bordo.
Ésta no es una discusión académica. Influenciará cómo el gobierno destina miles de millones de dólares en fondos contra el terrorismo, y cómo asigna a miles de agentes federales, analistas de inteligencia y tropas para combatir una amenaza de múltiples frentes que altos funcionarios aseguran que cambia con rapidez.
El tema ya ha generado una revisión en la Casa Blanca sobre su política de contraterrorismo hacia el Estado Islámico. Y el Centro Nacional de Contraterrorismo cuenta con análisis diversos que estudian amenazas de extremistas a largo plazo para enfocarse en el Estado Islámico, también conocido como EI, ISIS o ISIL, indicaron agentes de inteligencia.
En junio, el FBI tenía a tantas personas bajo vigilancia en investigaciones relacionadas con el terrorismo –la mayoría vinculadas con el Estado Islámico–, que los supervisores reasignaron escuadrones delictivos para monitorear a sospechosos de terrorismo.
Funcionarios estadounidenses sostienen que éste no es un debate de polaridades entre quienes se preocupan más sobre si al-Qaeda es la mayor amenaza a la seguridad nacional y aquéllos que afirman que lo es el Estado Islámico. Ambos son preocupantes. Es más un cambio de énfasis. El FBI, el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos están preocupados más sobre el creciente riesgo del Estado Islámico, mientras que el Pentágono, agencias de inteligencia y el Centro Nacional de Contraterrorismo, que se enfocan más en amenazas en el exterior, están más inquietos por los operativos de al-Qaeda en el extranjero.
La Casa Blanca parece inclinarse por el Estado Islámico, alarmada cada vez más por lo que Lisa Monaco, consejera de Seguridad Nacional y Contraterrorismo para el presidente Obama, recientemente calificara como una “amenaza única” para Estados Unidos.
El debate evoluciona en tiempo real, por lo que no ha existido un cambio drástico en los recursos o el personal en ninguna dirección o en otra. Pero representa la primera ocasión en que altos funcionarios estadounidenses están hablando abiertamente sobre esta evolución.
A pesar de las preocupaciones, no se ha realizado un ataque de al-Qaeda en Estados Unidos en 14 años, aunque algunos fueron contenidos o desmantelados. Y la mayoría de los planes inspirados por el Estado Islámico hasta el momento han carecido de sofisticación pero para las autoridades ha aumentado la dificultad de detectarlos con anticipación.
Es difícil determinar el monto que gasta Estados Unidos en contraterrorismo debido a que los principales actores y agencias –tropas estadounidenses, analistas de la CIA y agentes del FBI por nombrar unos cuantos– realizan otras funciones. Pero altos funcionarios estadounidenses señalan que los programas de contraterrorismo emplean aproximadamente a una de cada cuatro personas de las más de 100 mil que trabajan en la CIA y otras dependencias de inteligencia, y contabilizan cerca un tercio del presupuesto anual de 50 mil millones de dólares para labores de inteligencia.

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