Amy Chozick / New York Times News Service
2015-08-01
Nueva York— El vicepresidente Joe Biden y sus asesores empezaron a explorar de manera activa la posibilidad de una campaña presidencial, lo cual daría un cambio drástico a la contienda demócrata y representaría una amenaza directa para Hillary Rodham Clinton, según declararon varias personas que han hablado con Biden o con su círculo más cercano.
Los asesores de Biden ya empezaron a acercarse a líderes y donantes demócratas que aún no se comprometen con Clinton o que han manifestado inquietudes por lo que ven como puntos débiles cada vez más notorios en la precandidata.
Las conversaciones, a menudo pactadas por el jefe de personal de Biden, Steve Ricchetti, se han llevado a cabo casi en secreto durante llamadas y comidas. En la mayoría de los casos. En la mayoría de los casos han surgido de las muestras de simpatía hacia Biden tras la muerte de su hijo Beau, de 46 años, en mayo.
Ayer sábado, la columnista del New York Times Maureen Dowd reportó que Biden estuvo llevando a cabo reuniones en su domicilio, “en las que habló con amigos, familiares y donantes sobre su incursión” para retar a Clinton en Iowa y New Hampshire, los primeros dos estados donde se harán nominaciones.
Un partidario de tiempo atrás de Biden comentó que el vicepresidente está sumamente conmovido por el deseo de su hijo de que se postulara.
“Era tan cercano a Beau y fue algo tan terrible que la verdad en un principio no creí que pudiera hacerlo”, comentó el partidario, Michael Thornton, abogado de Boston, durante una entrevista. “Pero me han comentado que quizá sí quiere hacerlo, y que está diciendo que es lo que le hubiera gustado a Beau”.
En caso de postularse, el camino de Biden no sería sencillo. Clinton cuenta con un enorme apoyo entre los demócratas por la sola idea de elegir a una mujer presidente, y su campaña ha recaudado millones de dólares.
Además Biden, quien tiene 72 años, en el pasado se ha mostrado propenso a cometer errores de campaña, y también tendría que hacer frente a la difícil tarea de forjar una operación de campo.
Un demócrata con conocimiento directo de las conversaciones describió el alcance como una emocionante mezcla de donantes y amigos de Biden que trataron de animar al vicepresidente en sus momentos más difíciles, además de las encuestas recientes que muestran el apoyo a Clinton en descenso, lo cual deja entrever que el vicepresidente podría tener un camino hacia la nominación demócrata.
Dowd reportó que mientras Beau Biden convalecía por el cáncer cerebral, “trató de hacer que su padre le prometiera que se postularía, sosteniendo que la Casa Blanca no debería regresar a los Clinton y que el país estaría mejor con los valores de Biden”. Hunter, el otro hijo de Biden, también lo animó a que se postulara, escribió.
El apoyo que Biden ha recibido hace eco de las cada vez mayores inquietudes entre demócratas sobre la posibilidad de que Clinton pierda en Iowa y New Hampshire, mientras el mensaje populista de uno de sus oponentes, el senador Barry Sanders de Vermont, atrae a grandes multitudes.
“Lo cierto es que se tratará de una contienda difícil y cerrada, y actualmente muchas esferas del partido se preguntan si habrá alguien más”, comentó Joe Trippi, estratega demócrata.
A su vez, las noticias sobre el uso que hizo Clinton de una cuenta personal de correo electrónico como secretaria de Estado y las audiencias de Benghazi podrían distraer a algunos votantes del mensaje central de su campaña: la necesidad de impulsar a la clase media.
“No es que nos desagrade Hillary, pero queremos ganar la Casa Blanca”, comentó Richard A. Harpootlian, abogado y donante demócrata de Columbiam Carolina del Sur, quien se reunió con Ricchetti antes de la muerte de Beau Biden. “Tenemos mejores oportunidades de conseguir eso con alguien que no tenga todas las distracciones de la campaña de un Clinton”.
Una portavoz de la campaña de Clinton se negó a hacer comentarios.