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Muerte de mujer en centro comercial causa furia en China

Javier C. Hernández / New York Times News Service

2015-07-28

Hong Kong— Era un día húmedo de verano en Jingzhou, una ciudad en el centro de China, y Xiang Liujuan, madre de 31 años, había ido al centro comercial para relajarse.
A Xiang nunca le importó la ropa elegante o el maquillaje de última moda, según dijeron sus familiares, y el domingo, al igual que muchos otros días, su atención estaba enfocada en su hijo de dos años, quien corría alrededor del área de juegos del centro comercial vistiendo una camiseta y shorts de color azul.
Pero luego de que Xiang y su hijo dejaron el área de juegos y pusieron pie en la escalera, de pronto se escucharon los frenéticos alaridos. Un panel del suelo en la parte alta de la escalera estaba suelto. Xiang intentó evitar caer en la trampa mortal, pero fue en vano. Mientras la maquinaria se la tragaba, pasó los últimos momentos de su vida intentando poner a su hijo a salvo.
La muerte de Xiang, captada por las cámaras de seguridad del centro comercial, ha provocado una respuesta furiosa en China. Los usuarios de las redes sociales han acusado al centro comercial de asesinato, y el People’s Daily, el periódico de mayor renombre del Partido Comunista, hizo un llamado el martes a que se realizara una investigación a fondo.
El incidente enfatiza el creciente poder de los ciudadanos chinos que ahora hacen uso de las redes sociales para llamar la atención de las injusticias que se cometen, evadiendo los canales oficiales. Y en un país de 1.3 mil millones de habitantes, la muerte de Xiang ha levantado dudas sobre si los líderes empresariales y el gobierno protegen adecuadamente las vidas de la gente común.
“Quienes sean responsables deben ser castigados con severidad, para que todos en la industria aprendan una lección”, dijo yang Anqing, farmaceuta de 31 años de Beijing, durante su hora de comida el martes. “Cualquiera de nosotros puede morir por culpa de un mecánico imprudente. Si no podemos confiar en la seguridad de cosas ordinarias como escaleras o comida, ¿en qué podemos entonces confiar?”
Fueron los familiares de Xiang los primeros en hacer un llamado de atención al público en torno a su muerte. Mientras los noticieros batallaban para conseguir el acceso a la tienda departamental Anliang en Jingzhou, donde se encuentra la escalera, los familiares de Xiang publicaban súplicas de ayuda en Weibo, un servicio parecido a Twitter. Dirigieron sus mensajes a los comentaristas de más alto prestigio en China, con la esperanza de que la noticia se diera a conocer con rapidez.
“Espero que por medio del periodismo honesto y confiable se pueda hacer una advertencia dirigida a todas las personas”, escribió una prima de la víctima que sólo se identificó por su apellido, Ke, en el post de un blog.
Rápidamente, los teléfonos inteligentes vibraron con reportes de una “escalera mortal” en la provincia de Hubei. Una copia del video de vigilancia del centro comercial apareció en línea, mostrando el momento de la muerte de Xiang, y pronto acumuló millones de visitas.
Mientras el Partido Comunista controla estrictamente el flujo de información en China, los funcionarios se han mostrado más tolerantes con aquellos reportajes que tienen que ver con transgresiones cometidas por líderes locales.
“El frenesí en los medios y las exigencias de los familiares van dirigidas a la compañía más que al gobierno, por lo que las autoridades se muestran más abiertas”, dijo Zhan Jiang, profesor de periodismo de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing. “Eso es sin duda un progreso en China”.

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