Steve Lohr / New York Times News Service
2015-07-28
San Francisco— Después de que Paul Minton se graduó de la universidad, trabajó como mesero pero siempre creyó que debía hacer algo más.
Así que, Minton, quien tiene 26 años de edad y una licenciatura en Matemáticas, tomó un curso de tres meses en programación computacional y análisis de datos. Como mesero ganaba 20 mil dólares al año, pero el año pasado, su salario inicial como experto en informática en un negocio relacionado con la Web era de más de 100 mil dólares.
“Seis dígitos para empezar”, comentó Minton. “Para mí, fue asombroso”.
Actualmente, historias como ésta son cada vez más conocidas, ya que gente de los sectores más variados –jugadores de póker, contadores, meseros– está dejando a un lado su pasado a cambio de un futuro en la floreciente industria de la tecnología. El dinero que emana de la tecnología está cayendo en cascada, no sólo para los inversionistas y empresarios sino para una fuerza laboral digital más amplia, especialmente para aquéllos que pueden escribir códigos modernos, que es el lenguaje del mundo digital.
Los gigantes del Internet como Google y Facebook desde hace tiempo están luchando por contratar a los mejores ingenieros de software del país y así continuará la tendencia. Sin embargo, ahora las empresas de casi cada industria, ya sea por necesidad o por seguir a los demás, están adoptando una especie de plan de juego digital, creando lucrativas oportunidades para los recién llegados que tienen una mentalidad computacional, como Minton, y que desean reiniciar sus vidas.
“Son personas calificadas y ambiciosas que están tratando de tener una vía de acceso a la industria tecnológica”, comentó Jim Deters, director ejecutivo de Galvanize, la escuela a la que asistió Minton.
Aunque está por verse si esa vía demuestra ser un camino duradero para lograr un trabajo muy bien pagado y estimulante. Los ciclos de la prosperidad a la ruina en los negocios tecnológicos pueden ser una tortura, como la última crisis económica ocurrida a principios del año 2000 después de que se reventó la burbuja del dot-com. Casi todos los de esa industria se vieron afectados. Aunque el desarrollo de software y los empleos relacionados con la ingeniería son mejores que los de finanzas, mercadotecnia, ventas y administración.
Al menos por ahora, existe una alta demanda para aquéllos que dominan las nuevas herramientas de la tecnología con el fin de disminuir los costos de un negocio, llegar a sus clientes y automatizar notablemente la toma de decisiones, computación en la nube, aplicaciones móviles y análisis de información.
Las empresas no se dan abasto para contratar. Glassdoor, un sitio de empleos, tiene enlistadas más de 7,300 vacantes para ingenieros en software, aventajando a los puestos de enfermeras, de las que crónicamente ha habido escasez. Para la categoría más pequeña de expertos en informática, hay más de 1,200 vacantes de empleos. A nivel nacional, el salario base promedio para los ingenieros en software es de 100 mil dólares y de 112 mil dólares para los expertos en informática.
En el mes de marzo, la Casa Blanca anunció una iniciativa, TechHire, para coordinar los esfuerzos que están haciendo el Gobierno federal, ciudades, corporaciones y escuelas para entrenar a trabajadores a fin de que ocupen las miles de vacantes de empleos actuales en el sector de la tecnología. La administración Obama está inclinándose hacia las escuelas de codificación como Galvanize, Flatiron y Hack Reactor, que ofrecen un entrenamiento acelerado en habilidades digitales como una manera de “entrenar rápidamente a las personas para que obtengan empleos bien remunerados”.