The New York Times
2015-07-26Lisle, Illinois— Familiares y amigos, en compañía de otros dolientes, se reunieron el sábado para celebrar la vida de Sandra Bland, la mujer cuya muerte por ahorcamiento en la celda de una cárcel en Texas vuelve a llamar la atención nacional en torno a las prácticas policiacas.
“Era una vida asombrosa que terminó antes de tiempo”, dijo el senador Richard J. Durbin, quien habló en el funeral.
Los expositores en la ceremonia luctuosa, describieron a Bland, quien era afroamericana, como una mujer fuerte de una profunda fe cristiana que se mudó a Texas desde Illinois siguiendo la pasión que sentía por la justicia racial.
“Su meta era acabar con toda injusticia cometida en contra de los afroamericanos en el sur del país”, dijo la madre de Bland, Geneva Reed-Veal, durante el funeral en la Iglesia Du Page AME.
Bland, de 28 años, fue encontrada muerta en una celda en la cárcel del condado de Waller, Texas, el pasado 13 de julio. Bland murió tres días después de haber sido arrestada por el cargo de haber agredido a un servidor público tras un altercado con un agente estatal durante una detención de tráfico. Se había mudado a Texas para trabajar en la Universidad A&M Prairie View, la escuela históricamente afroamericana que solía ser su alma mater.
Un fiscal del condado en Texas dijo el jueves que una autopsia concluyó que las heridas de Bland eran consistentes y determinaban que se trataba de un caso de suicidio. Las autoridades han dicho que Bland utilizó la bolsa de un bote de basura para ahorcarse.
En el servicio funerario, el cual tuvo lugar el sábado, se tocó el tema en torno a las circunstancias de su muerte, ante las que familiares y líderes de la iglesia insisten que Bland no cometió suicidio.
“Las autoridades en el condado de Waller van a descubrir algo que yo aprendí y que cada uno de nosotros aprendimos cuando estábamos en el regazo de nuestra madre”, dijo el reverendo James F. Miller, quien oficio el servicio. “Ustedes podrán faltarle el respeto a una mujer afroamericana, pero tendrán que pagar por ello”.
Durbin y el representante Bill Foster, ambos demócratas de Illinois, hablaron brevemente en el funeral. Los políticos dijeron que le habían pedido al Departamento de Justicia que investigara la muerte de Bland. Durbin dijo que las circunstancias del caso comienzan con una “muy cuestionable violación de tráfico”. El agente Brian T. Encinia, del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que había detenido a Bland tras verla cambiar de carril sin haber activado la direccional. Durbin señaló que él vio a muchas personas en sus autos cambiar de carril sin activar sus direccionales durante el camino rumbo a la iglesia el sábado.
Junto con la familia, muchas personas en la iglesia DuPage, una congregación en su mayoría afroamericana en un suburbio prominentemente anglosajón de Chicago, expresaron sus dudas en torno a la versión oficial de los hechos en la muerte de Bland.
La reverenda Theresa Dear, ministra asociada de DuPage, conocía a Bland desde que comenzó a asistir a la iglesia siendo apenas una niña. Dear dijo que la versión oficial entraba en conflicto con los recuerdos que ella tiene de una ambiciosa y educada mujer cristiana que se mostraba emocionada sobre su futuro y quien había ayudado a organizar un reciente evento en la iglesia para el Día de la Mujer.
“Ella era una persona que tenía más de 50 selfies y un saludable autoestima”, dijo Dear, quien también es miembro nacional del consejo de la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP). “Una persona a quien le habían ofrecido dos trabajos. Alguien que sólo necesitaba hablar con su familia para saber que la ayuda iba en camino. Ella era una persona que conocía al Señor y que tenía una relación muy estrecha con su iglesia, con sus hermanas y con su familia.
“Nada de eso tiene sentido con que alguien decida quitarse la vida.”
Un video de Bland y del agente Encinia —filmado por la cámara en el tablero de la patrulla del agente— muestra como en el altercado hay un desacuerdo sobre si Bland no había apagado un cigarrillo, para después llegar al punto en que ella es amenazada con una pistola paralizadora, luego es bajada de su vehículo y esposada siendo tumbada al suelo.
Fue llevada a la cárcel y acusada de haber agredido a Encinia, de 30 años, quien fue posteriormente suspendido por haber violado el reglamento del departamento durante la detención.
Bland había estado muy activa en línea en meses recientes, posteando videos en los que criticaba las relaciones de raza en el país y cuestionaba la manera en que los oficiales de la Policía trataban a las personas afroamericanas. Bland “encontró su voz en las redes sociales y en los espacios dedicados a los derechos civiles”, dijo Dear.
En un video, ella les dijo los espectadores que sufría de depresión y que padecía de un trastorno de estrés postraumático, pero que había encontrado alivio en la fe. Cannon Lambert, un abogado en representación de la familia Bland, ha dicho que sus familiares no estaban enterados de ningún tipo de diagnóstico clínico de depresión o de que Bland estuviera tomando algún medicamento para dicha condición.
Los funcionarios en Texas dijeron que Bland les informó a los guardias de la cárcel que había intentado suicidarse en el pasado. El sheriff R, Glenn Smith, del condado de Waller, dijo en una entrevista el viernes en la cárcel que lamentaba mucho de que Bland no hubiera sido puesta bajo vigilancia. El sheriff dijo que estaba revisando la serie de eventos que conllevaron al descubrimiento del cuerpo de Bland, agregando que estaba considerando muy seriamente tomar medidas disciplinarias en contra del personal de la cárcel por no haber contado con el entrenamiento necesario para custodiar a personas que padecen de alguna enfermedad mental.
Aun así, en medio de todo lo que se ha dicho sobre la muerte de Bland, aquellos que la conocieron hicieron grandes esfuerzos para mantenerse enfocados en su vida. Esta era la mujer que todos conocían como Sandy, quien tenía un gusto por la comida condimentada, era una talentosa trombonista y que había logrado que su comunidad se sintiera orgullosa de haber salido de Illinois para asistir a la universidad, regresando después con un título y luego, apenas unas semanas haber conseguido un empleo lejos de casa.
“Ella tenía una radiante presencia”, dijo Dear. “Tenía mucha confianza en sí misma”.