Agencias
2018-12-01Ciudad de México— Ciudadanos observan desde pantallas instaladas en el Zócalo la ceremonia de investidura en la que Andrés Manuel López Obrador asumió como presidente de la República y da su primer mensaje.
Un chiflido grupal resonó en la plancha del Zócalo cuando una falla técnica enmudeció el juramento de López Obrador desde el Palacio Legislativo de San Lázaro.
"¡Es la mafia del poder!", se quejó alguien.
No obstante, cuando Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Cámara de Diputados, le entregó la banda presidencial, vítores y aplausos generalizados se escucharon por toda la plancha.
Bajo pleno sol, cubiertos apenas con sombrillas y periódicos, los obradoristas se quejaron cuando el Mandatario propuso perdonar a los corruptos del pasado.
"¡Nooo!", gritaron a las pantallas del templete.
Con el Zócalo todavía mayormente vacío, quienes ya llegaron a la cita en Centro Histórico llevan varias horas, algunos incluso desde ayer, para participar de los eventos programados.
López Obrador decía que, a partir de ahora, iba a ir por los poderosos de arriba, políticos y empresarios, y en la plancha le contestaban:
"¡Ahí está a un lado!", gritó un hombre señalando a Enrique Peña Nieto, sentado a dos lugares del Presidente.
López Obrador le agradeció al ex Mandatario priista no haberse metido en la elección, pero la gratitud no es compartida: mentadas de madre salieron a coro cuando el morenista apenas mencionó el nombre de Peña Nieto.
Cuando en la transmisión se escuchó un conteo por los 43 normalistas de Ayotzinapa, el público se unió al grito de "¡Justicia!".
Los asistentes celebraron unánimemente los proyectos de infraestructura del Presidente, como el Tren Maya y la Refinería de Dos Bocas, Tabasco.
Las frases del tabasqueño, como "Me canso, ganso" fueron recibidas con risas y aplausos.