Reforma
2018-11-15Ciudad de México— Al recibir la Medalla Bellas Artes la noche de este jueves, el arquitecto Enrique Norten logró su cometido de hacer comunidad, congregando a figuras del gremio de la arquitectura, del espacio público, del arte y hasta de la política.
La recepción del reconocimiento, para el que ya había sido propuesto por años, es un incentivo para que su compromiso crezca.
"Yo lo veo como un premio de media carrera", dijo. "Es un privilegio poder servir a la sociedad, a la Ciudad y al País, que tanto quiero".
La titular del INBA, Lidia Camacho, le entregó la presea en el auditorio del Museo Tamayo, pues el lugar ya lo había separado para la presentación del libro que editó Arquine sobre su carrera.
Acompañaron a Norten en la mesa sus colegas Francisco Serrano, su profesor en la Ibero; Benjamín Romano, compañero de carrera; Miquel Adriá y Alejandro Hernández, de Arquine; Melisa Fukumoto, su colaboradora, y Marcelo Ebrard, próximo Secretario de Relaciones Exteriores.
"Enrique es un gran constructor de ciudad, en el sentido físico y también del concepto, de qué tipo de ciudad queremos. Es alguien muy creativo, muy insistente", comentó Ebrard.
Hernández, director editorial de Arquine, señaló que Norten pertenece a la generación de la Ruptura en arquitectura, aquella que dejó atrás el "barraganismo" de colores brillantes y paredes gruesas.
Norten aprovechó su discurso para exhortar a sus colegas a participar en la vida pública del País.
"Somos todos nosotros los que vamos a provocar este Nuevo México", enfatizó.