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Fue la gente quien decidió: López Obrador

Associated Press

2018-10-30

Ciudad de México— El presidente electo de México dijo ayer que respetará el resultado de una consulta popular que rechazó un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México que ya está en parte construido, poniendo fin al proyecto valuado en 13 mil millones de dólares.
“La decisión que tomaron los ciudadanos es racional, democrática y eficaz”, señaló Andrés Manuel López Obrador tras la oposición de 70% de los votantes. “Fue la gente quien decidió”.
De momento no está claro qué pasará con los enormes cimientos que ya fueron construidos en el sitio, ubicado en el lecho de lo que era un lago conocido como Texcoco.
Los críticos de la cancelación dijeron que podría afectar la confianza de los inversionistas en México, pero López Obrador dijo que los inversionistas, tenedores de deuda y contratistas del proyecto abandonado serán protegidos.
López Obrador prometió durante su campaña presidencial cancelar el proyecto, afirmando que estaba viciado por sobrecostos y corrupción. Después de ganar, dijo que el tema sería consultado con los ciudadanos mexicanos.
López Obrador dijo que recibió garantías de expertos internacionales de que el aeropuerto actual y Santa Lucía podían operar simultáneamente.
Sin embargo, dadas las distancias entre el aeropuerto actual, la terminal planeada en Santa Lucía y el aeropuerto en la ciudad aledaña de Toluca, sigue sin estar claro cómo la gente podrá llegar a tiempo a vuelos de conexión dentro de un periodo razonable.
Señaló que los mexicanos se ahorrarán cerca de 5 mil millones de dólares con la cancelación del proyecto de Texcoco, que comenzó con lo que los opositores dicen fue un estudio medioambiental poco realista elaborado por el actual Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto.
López Obrador dijo que esperaba que el sitio en construcción fuera utilizado para crear “un gran centro ecológico y deportivo para la Ciudad de México”.
Peña Nieto dijo posteriormente que su Gobierno respeta cualquier decisión que López Obrador tome una vez que sea presidente, pero que la construcción continuará hasta el 30 de noviembre para cumplir con las condiciones de los bonos que fueron emitidos para financiar el proyecto.
Advirtió que, de cancelarse el aeropuerto, podría costarles a los contribuyentes. “Es de anticipar que eventualmente haya que prepagar los bonos emitidos para la financiación de este proyecto, y probablemente, esto demandará de recursos fiscales adicionales” actualmente recaudados a través del impuesto de aeropuerto, dijo.
Se suponía que sería el proyecto de infraestructura más emblemático de la administración de Peña Nieto, aunque tardaría años en completarse. Sin embargo, el Gobierno saliente ha estado marcado por corrupción y acusaciones de arreglos con contratistas, lo que ayudó a López Obrador a ganar la presidencia en las elecciones del 1 de julio.
La consulta que se llevó a cabo del jueves a domingo marca la primera ocasión en que un proyecto grande es sometido al debate público y votación. López Obrador dijo que la decisión significaba que “se acabó la corrupción”.
La comunidad empresarial de México, que apoyaba abrumadoramente al ahora cancelado proyecto, cuestionó la consulta, diciendo que no era oficial, no era representativa y fue tendenciosa.
Juan pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial _una asociación de empresarios_, criticó duramente la decisión de López Obrador de apegarse al voto diciendo que “envía un mensaje grave de incertidumbre a los mercados internacionales”.
Algunos cuestionaron si dicha decisión, que involucra complejos temas de control de tráfico aéreo, debe tomarse en un referendo. La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio dijo que “debe ser una decisión técnica y económica, no política, basada en una consulta popular”.
El mandatario electo describió la decisión como “un triunfo para el movimiento ambientalista”. Añadió que el proyecto en Texcoco amenazaba con eliminar los últimos vestigios de los lagos que alguna vez cubrieron el Valle de México. El lago Nabor Carrillo se había convertido en un santuario para las aves migratorias, pero estaba muy cerca del sitio de Texcoco y el nuevo aeropuerto podría haber planteado el riesgo de que las aves chocaran con los motores.
Sin embargo, gran parte de la destrucción asociada con el proyecto de Texcoco ya está hecha. Millones de toneladas de roca ya fueron excavadas de pueblos cercanos y transportadas al sitio para llenar y drenar el pantanoso lecho del lago.

 

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