Nacional

Impacta a Chicago la droga mexicana

Reforma

2018-08-26

Ciudad de México– La incontrolable demanda estadounidense de opiáceos no sólo provoca el aumento de muertes por sobredosis, sino también una feroz lucha de los cárteles mexicanos por ganar mercados ilícitos, con incremento de violencia y homicidios.

Autoridades estadounidenses culpan a cárteles mexicanos de estar detrás de la peor crisis de drogas que se ha vivido particularmente en Chicago.

Apenas hace dos semanas, funcionarios estadounidenses y mexicanos anunciaron un acuerdo para reforzar el combate contra grupos de narcotraficantes que, según sus informes, están inundando las calles de Chicago con heroína y fentanilo.

En especial preocupa el caso del fentanilo.

En el caso de Chicago, el 80 por ciento de las muertes por sobredosis en 2015 estuvo relacionado con el uso de heroína, y sólo el 16 por ciento con el de fentanilo, pero, para 2016, las muertes por uso de fentanilo aumentaron hasta representar 56.6 por ciento del total de decesos por sobredosis de opiáceos.

Brian M. McKnight, encargado de la DEA en Chicago, dice que la mayoría de esta droga es hecha en México.

"Son extremadamente peligrosos, violentos, y con tinuarán aprovechando las redes de transporte y distribución en Estados Unidos", indica McKnight en un pronunciamiento reciente sobre las rutas de abastecimiento.

"La heroína de hoy en el mercado minorista cuesta menos y es más potente que la heroína que la DEA encontró hace dos décadas", explicó.

Las autoridades estadounidenses no han detenido el consumo ni la expansión de la demanda de opiáceos.

Entre 2015 y 2016, las muertes por sobredosis de opiáceos se incrementaron 74 por ciento en la ciudad, según el Departamento de Salud Pública de Chicago.

A su vez, México vive su peor crisis de violencia derivada en buena parte por la disputa de cárteles por controlar rutas de tráfico. En julio de 2018 hubo más de 3 mil víctimas de narcoviolencia, en el peor récord mensual desde 1997-

El dolor que aviva la demanda

La expedición sin control de recetas médicas en Estados Unidos que incluían opiáceos detonó una crisis de dependencia y adicción sin precedente. Cualquier dolor era atendido con medicamentos cada vez más agresivos.

Para garantizar el pago, aseguradoras exigían a los médicos acabar con el dolor de sus pacientes y recetar este tipo de medicinas, haciéndolo una práctica común.

El Gobierno de Donald Trump impuso mayores restricciones a la expedición de recetas, lo que no incidió en la disminución de adicciones, sino que disparó la demanda de sustancias ilegales como el fentanilo y la heroína.

El mercado ilegal de drogas creció y avivó la disputa de cárteles, principalmente mexicanos, para abastecer la demanda.

Actualmente, un promedio de 175 estadounidenses mueren al día por sobredosis.

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