Manuel Tejeda/
Agencia Reforma
Ciudad de México— Su objetivo: honrar a “El Divo de Juárez”.
Poco más de 50 personas recorrieron ayer las calles del Centro Histórico con pancartas, recortes de periódico, porras y cánticos que replicaban los grandes éxitos de Juan Gabriel.
La comitiva se reunió ayer en la explanada del Palacio de Bellas Artes, imán de las muestras de cariño que los fanáticos han profesado a su ídolo esta semana.
Empleados y turistas observaban los preparativos del contingente, que partió a las 12:00 horas.
Adelante iban los afligidos, cuyos rostros mostraban dolor por el artista. Atrás iban quienes, con tal de pasar un buen rato, fueron capaces de detener el tráfico y aportar su dosis de caos a esa céntrica zona.
“¡Se ve, se siente, Juanga en nuestra mente!”, clamaban unos.
“Órale, cabrones, ¡canten!, ¡parece que están rezando!”, decían otros.
Acostumbrados a las marchas en el lugar, los policías hicieron lo que ya es una rutina para ellos: cuidar el paso de los participantes y cerrar el tráfico en ciertos cruces problemáticos.
En Garibaldi, primera parada del recorrido, los manifestantes cantaron al pie de la estatua de Alberto Aguilera Valadez. La bulla atrajo a vagabundos de la zona, quienes no perdieron la oportunidad de brindar con un traguito de alcohol en el alboroto.
Como el Zócalo está ocupado por la Feria de las Culturas Indígenas, los pesarosos le dieron la vuelta en un carril del arroyo vial. Varios bocinazos sonaron en claro apoyo de su causa; otros les mentaron la madre.
A las 13:40 horas regresaron a Bellas Artes luego de atravesar el corredor peatonal Francisco I. Madero.
Su presencia allí no pasó inadvertida, pues cientos de celulares se alzaron para grabar lo que, en ese momento de la tarde, ya era fiesta.