Reforma
2016-07-25
Filadelfia, Estados Unidos— Los demócratas que inundan Filadelfia esta semana en la Convención Nacional de su partido ratificaron una serie de cambios de política que apuntan a una renegociación de los pactos comerciales.
La plataforma del partido, que apunta hacia la izquierda, hace una crítica general al libre comercio, aunque reconoce que se debe negociar con el mundo.
El texto llama a reformar lo que no funciona y a introducir normas contra el dumping, los subsidios ilegales y que apuntalen a los trabajadores y los estándares ambientales.
Aunque hace una mención contraria al TPP, no lo hace con el TLCAN, criticado duramente por los republicanos.
El texto, además, busca ser el más progresista del partido en décadas.
"Mientras que creemos que la apertura a la economía mundial es una fuente importante del liderazgo y dinamismo estadounidense, nos opondremos a acuerdos comerciales que no sean compatibles con buenos empleos para nuestros ciudadanos, aumentos salariales y mejoren la seguridad nacional", establece el texto.
El documento continúa con la idea de que los acuerdos comerciales de Estados Unidos debe incluir estándares laborales y medioambientales rigurosos y mecanismos de aplicación de los mismos simples y eficaces.
"Estos acuerdos deben acabar con los subsidios injustos e ilegales que otros países conceden a sus empresas a expensas de las estadounidenses.
"Nunca promoveremos acuerdos que impidan a nuestro Gobierno o a otros Gobiernos fijar normas para proteger al medio ambiente, la seguridad alimentaria o la salud de los ciudadanos", agrega.
La serie de cambios de política de tendencia izquierdista adoptados por la campaña de Hillary Clinton fueron acicateados por el senador demócrata socialista Bernie Sanders.
Clinton, que se presenta como la heredera natural del Presidente Barack Obama también promete fortalecer y ampliar los logros de aquel, que incluyen la reforma más abarcadora en generaciones del sistema de salud y de las leyes de regulación financiera, una iniciativa mundial de lucha contra el cambio climático y nuevas relaciones diplomáticas con Cuba e Irán.
En cuestiones de bolsillo, Clinton propone elevar el salario mínimo federal a 15 dólares la hora, garantizar a los trabajadores doce semanas de licencia familiar y médica paga, limitar el costo de las guarderías al 10 por ciento de los ingresos familiares y hacer que la enseñanza en las universidades públicas sea gratuita para las familias que ganan 125 mil dólares anuales o menos.
Clinton promete tomar enérgicas medidas respecto de Wall Street con sanciones más estrictas para los delitos financieros, un impuesto a la negociación de alta frecuencia, una Norma Volcker más dura para limitar las operaciones especulativas y ampliar el poder del Ejecutivo para desmembrar a los bancos considerados demasiados grandes para quebrar.
A diferencia de Obama, que no dijo mucho sobre el control de armas hasta la masacre de diciembre de 2012 en una escuela primaria de Newton, Connecticut, Clinton hace campaña con una plataforma de propuestas contundentes que incluyen un control de antecedentes obligatorio para la compra de armas, reimplantar la prohibición de los rifles de ataque de tipo militar y prohibir la posesión de las armas en el caso de los culpables de violencia doméstica y de quienes sufren enfermedades mentales graves. (Con información de Bloomberg)