Nacional

No estoy en guerra con nadie: Caro Quintero

José Pérez Espino/
El Diario

2016-07-24

Ciudad de México— Rafael Caro Quintero, uno de los principales barones de la droga en la década de los 80, negó sostener una guerra contra el Cártel de Sinaloa.
“No estoy en guerra con nadie. El Chapo (Guzmán) y El Mayo (Zambada) son mis amigos”, dijo en una entrevista que publica hoy la revista Proceso.
Sus declaraciones contrastan con lo dicho por el fiscal de Chihua-hua, Jorge González Nicolás, que a principio de este mes dio a conocer que Caro Quintero se disputaba la plaza de Juárez para el trasiego de droga a Estados Unidos.
En la entrevista videograbada con Anabel Hernández, Caro Quintero reconoce que se dedicó a la siembra de mariguana porque “de alguna manera había que sobrevivir”.
Sostiene que él no mató al agente antidrogas de Estados Unidos, Enrique Camarena, y asegura que estaba “en el lugar equivocado”.
También pide perdón a la sociedad mexicana, a la DEA y al Gobierno estadounidense, según el reporte especial bajo el título “Yo no maté a Enrique Camarena”, se conoció en un extracto que Proceso adelantó desde anoche en su sitio digital.
Quintero es señalado por la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), de ser el autor intelectual del secuestro y asesinato del agente Enrique Camarena en 1985.
Entonces era propietario del rancho El Búfalo, cerca de Jiménez, Chihuahua, donde las autoridades hallaron miles de toneladas de mariguana.
Fue detenido en 1985 y procesado por delitos relacionados con el tráfico de drogas, privación ilegal de la libertad y homicidio. Salió de prisión en 2013 al cumplir su condena. Después se emitieron nuevas órdenes de aprehensión en su contra.
La entrevista con el narcotraficante se efectuó en la clandestinidad, en algún punto del norte del país y será transmitida en Proceso TV el lunes a las 12:00 horas de la Ciudad de México.
La autora del texto retrata a Caro Quintero como un “fantasma” que “aparece caminando, con paso relajado, un hombre de 63 años, erguido en su metro ochenta de estatura. Tiene la tez bronceada y las manos encallecidas. Bajo la gorra azul asoma el cabello corto teñido de oscuro. Muestra una dentadura perfecta y brillante y su cuerpo –delgado, correoso– delata ejercicio”.
En la conversación “narra también su encuentro con (Joaquín) El Chapo Guzmán durante un desayuno en 2013, cuando ambos estaban prófugos, y su entrevista con el otro líder del Cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, según el fragmento difundido en el portal proceso.com.mx.
La entrevista se desarrolla en un cuarto de paredes encaladas construido en medio de la nada. “Él se acomoda en una silla desvencijada. El mobiliario lo componen, además, un par de camas y una mesa con una imagen de la Virgen de Guadalupe, acompañada de unas veladoras encendidas”, se publica.
“En la clandestinidad, tras 28 años de prisión y casi tres prófugo, rompe el silencio”, anuncia la revista que intitula su portada “Habla Caro Quintero”.
El 26 de junio, Proceso publicó las versiones oficiales que aseguraron que el narcotraficante estuvo detrás del ataque perpetrado por Alfredo Beltrán Guzmán, “El Mochomito”, a la casa de Consuelo Loera, madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en la ranchería de La Tuna, Badiraguato, localidad de la que ambos narcotraficantes son oriundos.
Días después, el Ejército mexicano y el Gobierno de Chihuahua, a través de la Fiscalía Estatal, dieron a conocer que Caro Quintero protagonizaba una guerra contra el cártel de Sinaloa, en disputa por la ruta de Ciudad Juárez y el Valle para el trasiego de droga a Estados Unidos usando como ruta de envío Ciudad Juárez y la zona del Valle.
Días después, el lunes 11 de julio, apareció una narcomanta contra fiscal, Jorge González Nicolás y sus colaboradores, supuestamente de la autoría de Caro Quintero.
El escrito señalaba que supuestamente habrá una “limpia” (homicidios de rivales) en la ciudad, además de dar plazo de una semana tanto al funcionario estatal como a sus colaboradores para que renuncien.
“Empieza la limpia en Cd. Juárez. Le doy una semana González Nicolás y elementos colaboradores para que pidan baja o si no los voy a hacer pedazos hijos de perra. Atentamente Caro Quintero”, cita textualmente el escrito dejado en ese entonces en La Cuesta, en sur de Juárez. (José Pérez-Espino / El Diario)

jperez@redaccion.diario.com.mx

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