Nacional

Buscan fin al gasto opaco de diputados

Suzzete Alcántara/
El Universal

2016-05-24

Ciudad de México– Viáticos, dieta, apoyos legislativos y para transporte, honorarios, prerrogativas destinadas a legisladores –incluidos vehículos y celulares–, todo deberá ser transparentado en la Cámara de Diputados con el nuevo sistema que realiza ad hoc el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Será una “pequeña revolución”, asegura Sergio López Ayllón, director general de dicho instituto.
La Cámara Baja firmó un convenio de colaboración para que el CIDE elabore un estudio sobre la actualización del marco normativo y organizacional en transparencia y acceso a la información, para adecuarlo a la nueva ley de Transparencia, con un costo de 3 millones 400 mil pesos, pagaderos en dos exhibiciones de un millón 700 mil pesos.
El estudio incluye reformas al Reglamento de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales de la Cámara de Diputados y una propuesta de los flujos de generación, validación, uso, destino, almacenamiento y disposición de la información a transparentar.
En San Lázaro destinaron otro millón y medio de pesos para modernizar la página de transparencia, en colaboración con el Centro de Investigación e Innovación en Tecnologías de la Información y Comunicación (Infotec).
El programa de trabajo elaborado por el CIDE consiste en actualizar el reglamento de transparencia de la Cámara, pues el actual “cuenta con figuras que no existen y debe atender criterios emitidos por el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos (Inai)”.
El especialista en temas legislativos de la UNAM, Khemvirg Puente Martínez, opinó al respecto que con el apoyo del CIDE, la Cámara de Diputados podrá transitar de la opacidad a la transparencia.
El director general del CIDE, Sergio López Ayllón, explica que con la aprobación de la ley los grupos parlamentarios deberán transparentar las subvenciones.
“Por más renuentes que sean, la ley lo establece con toda claridad, es justamente el trabajo técnico el entender que cada grupo parlamentario la ejercía de manera diversa, pero ahora debe haber un procedimiento que permita no sólo reglamentarlo sino que la información se genere, es una pequeña revolución al interior de la Cámara, porque implica entrar a zonas que tradicionalmente habían estado sin regulación, donde cada grupo tenía prácticas diferentes”.

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