Gonzalo Soto/
Agencia Reforma
Ciudad de México— Llegar a las 07:00 horas a un módulo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) para hacer trámites, no es garantía de salir satisfecho.
Muchos se van sin poder concluir sus solicitudes, frustrados con el fisco.
Ayer, Aristóteles Núñez, jefe del SAT, lo vio con sus propios ojos en el módulo de atención de la Colonia del Valle. Contribuyentes que acuden a renovar su firma electrónica son rechazados y tienen que acudir a otras oficinas.
Acompañado por Reforma, el jefe evaluó la situación en la que la restricción presupuestal y el volumen de contribuyentes los ha desbordado.
Durante casi una hora, el funcionario se volvió un asesor más del módulo Del Valle y constató las inquietudes de los contribuyentes y los retos de su personal, algo que no se había visto en otro funcionario público con su responsabilidad.
Tan sólo llegó al lugar, el funcionario se acercó a los contribuyentes que esperaban entrar al módulo.
“¿Por qué trámite vienes?”, inquirió a un hombre en la fila.
“Vengo por la contraseña”, le dijo.
“¿Eres asalariado?”, preguntó el funcionario.
“Sí, asalariado”, respondió el hombre.
“Este trámite lo puedes hacer por internet, pero ahorita te atendemos”, señaló Núñez.
Hacia el final de la fila, una señora le extendió un papel al funcionario.
“Joven ¿qué necesito para este trámite?”, preguntó.
Una vez dentro del módulo, escuchó de la encargada del lugar que no podían atender a la gente que busca la firma electrónica sin cita, pues sólo hay un equipo disponible para ello.
El jefe le ofreció enviarle más personal, pero la funcionaria replicó que al recibirlos tenía que mover a su personal de otros servicios de atención a clientes que también tenían mucha demanda.
No podían sacrificar desatender un área del servicio en favor de otra y por ello, el jefe decidió que lo mejor sería enviar a los contribuyentes a otro módulo.
Núñez comenzó a recibir noticias de otro problema: a través del servicio telefónico del SAT algunos asesores daban indicaciones equivocadas a los contribuyentes.
El jefe ordenó corregir esas asesorías y avisar de otras alternativas para los contribuyentes.
Aunque el fisco ha anunciado que la mayor parte de los trámites se pueden hacer por internet, para muchos es casi obligatorio acudir a un módulo.
No hay citas, de hecho en algunos módulos hay espacio hasta después de julio, cuando ya la época de declaraciones pasó.
Y por si fuera poco, hay que esperar más de 100 turnos para hablar por teléfono o través de su chat en línea con un asesor del fisco.
“Es una realidad, vamos a evaluar”, dijo Núñez.