Reforma
2016-02-12
Ciudad de México— Tras 47 minutos de recorrido desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el Papa Francisco llegó a la Nunciatura Apostólica a bordo del papamóvil, acompañado por monseñor Christophe Pierre y el cardenal Norberto Rivera.
Durante el recorrido, un espontáneo saltó la valla metálica de la comitiva e intentó entorpecer su paso a la altura de Río Churubusco.
Alrededor de la Nunciatura, sede del Vaticano en el País, los fieles llenaron el espacio equipados con linternas, cobijas con su imagen, globos y banderas amarillas.
Horas antes, cientos de personas habían rebasado el cerco de seguridad para conseguir un mejor lugar para ver al Pontífice.
Tras una espera de hasta ocho horas para algunos, los feligreses congregados frente a la Nunciatura Apostólica lograron ver al religioso, quien saludó y sonrió en su breve paso.
Aunque por horas cantaron porras y canciones, cuando pasó solo alcanzaron a gritar, teléfono en mano, grabando cada momento.
Tan pronto el vehículo se perdió de vista, las personas se reunieron para gritar y abrazarse.
"Fue más de lo que esperaba, lo pudimos ver y saludar súper bien", narró Begoña, de 40 años, quien fue voluntaria de vallas.
Alrededor de ella había un grupo de mujeres indígenas que viajaron desde Morelos, y rieron de emoción por haber visto de cerca al Papa.
Aunque la mayoría de las personas ya se dispersaron, un grupo permanece sobre Insurgentes frente a la Nunciatura, donde policías de la SSP comienza a recoger las vallas.
Por razones de seguridad, en Circuito Interior, policías federales y de la Ciudad impidieron el paso de los fieles que buscaban subir a puentes peatonales para ver el paso del Pontífice desde las alturas.
Cintas plásticas fueron colocadas para evitar que fueran ocupados.
"No se puede subir al puente, es por cuestión de seguridad, tenemos que evitar que ocurran accidentes", argumentó un uniformado a las decenas de personas que pretendían subir los puentes.
El Papa fue recibido en la Ciudad de México alrededor de las 19:30 horas con coreografías del ballet folklórico de Amalia Hernández y por una comitiva de 5 mil personas encabezada por el Presidente Enrique Peña Nieto. En el acto protocolario, varios artistas interpretaron la canción "Luz".