Nacional

Aligera Senado obligaciones ambientales de industriales

Agencias

2015-12-01

Distrito Federal— El Senado de la República aprobó en lo general la Ley de Transición Energética (LTE) con 90 votos a favor, 7 en contra y 3 abstenciones.
El dictamen de las Comisiones de Energía y Estudios Legislativos añadió a la minuta original aprobada por la Cámara de Diputados un artículo transitorio para flexibilizar las obligaciones de la industria para comprar Certificados de Energía Limpia (CEL) durante los primeros años.
Tras avalar en lo general la Ley de Transición Energética, el Pleno debate ahora las reservas presentadas por diversos legisladores.

La minuta se aprobó entre reclamos y críticas al presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, quien reconoció haberse reunido en privado con cabilderos y dirigentes de la cúpula empresarial para discutir el documento.

Uno de los puntos más controversiales fue la reducción de las obligaciones para las empresas, entre las que se encuentran grandes consorcios extranjeros, que a partir de enero participarán en la generación y explotación de electricidad. Dichas firmas contarán con un plazo de hasta cuatro años para la adquisición de Certificados de Energías Limpias, el mecanismo por el que se les obliga a cumplir las normas de protección al medio ambiente.

Otra modificación de última hora fue cambiar la palabra energías renovables por el de “energías limpias”, a fin de que puedan entrar ahí las empresas que utilizan el gas natural, como es el caso de la industria del acero, una de las que más presionó.

El presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, dijo que la aprobación de la minuta en comisiones fue un trabajo de muchos meses y de largas consultas con el sector académico y empresarial.

"La LTE retoma la meta del 35 por ciento de participación de energías limpias y la generación eléctrica para el año de 2024.
"Las energías limpias cumplen con un propósito fundamental en el contexto de la reforma energética: promueven la mitigación de los efectos negativos que la producción y el consumo de energías fósiles, pueden tener sobre la salud humana y el medio ambiente, diversificando el parque de generación energética y desvaneciendo la nociva dependencia de un único insumo productivo para la generación", señaló Penchyna.
Jorge Luis Lavalle, del PAN, explicó que el artículo transitorio que fue añadido a la minuta responde a los equilibrios que requiere el modelo, es decir, desarrollar energías limpias al tiempo que se genera certidumbre y competitividad.
En ese sentido, señaló que si el mercado generador no abastece de suficientes CELs para la demanda de los grandes usuarios, será posible diferir la obligación del mercado usuario para que no caiga en el esquema de las multas.
Asimismo, señaló que se fijó un costo máximo de los CELs que no deje de ser atractivo para la inversión en energías limpias, de 60 UDIS, ligeramente por debajo del piso de las multas durante la etapa de transición.
Armando Ríos Piter, senador del PRD, señaló que la LTE contrarresta la apuesta al gas natural que se promovió en la reforma energética.
Señaló que con inversión suficiente, México puede convertirse en 2030 en una de las principales economías del mundo generadoras de energías renovables, toda vez que se ha comprobado que en México los proyectos de generación de energías renovables son 25 por ciento más productivos que en Estados Unidos y 40 por ciento más que en Europa.
Manuel Bartlett, del PT, se opuso a la aprobación de la ley, pues consideró que incrementará las tarifas eléctricas, costo que pagarán los usuarios mexicanos.
"Pasamos al sistema mercantilista, lo único que van a hacer es una ley para beneficio de los inversionistas extranjeros. No van a pagar los industriales sino los consumidores mexicanos", consideró.
Dolores Padierna, senadora del PRD, indicó que con la adición del artículo transitorio se alarga la transición energética, y advirtió que los empresarios harán lo posible para que la Secretaría de Energía Eléctrica sea elusiva en la aplicación de la ley.
Señaló que las empresas que se van a llevar el botín son las transnacionales generadoras de energías limpias.
Previo al aval en la Cámara alta, empresarios cuestionaron cargar con el compromiso del Presidente Enrique Peña Nieto de consumir para 2024 el 35 por ciento de energía limpia.
Además, criticaron la posibilidad de que  las empresas deban asumir los costos de pagar multas o comprar certificados de energías que no se están produciendo de manera suficiente en el país. (Con información de Reforma y La Jornada)

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