Nacional

Comparecen aspirantes a Suprema Corte en Senado

Reforma

2015-11-24

Distrito Federal— El pleno del Senado inició este martes las comparecencias de los seis aspirantes a dos cargos de ministros de la SCJN.
Cada uno de los integrantes de las dos ternas tiene 20 minutos para exponer su trayectoria, experiencia y si cumplen con los requisitos constitucionales.
La magistrada Sara Patricia Orea Ochoa, aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), aseguró que los juzgadores están obligados a indignarse con la injusticia y conmoverse con el dolor de las víctimas.
Al comparecer ante el pleno del Senado, la candidata habló de su trayectoria que inició como defensora de oficio y se pronunció por priorizar el humanismo.
"Tenemos que indignarnos con la injusticia y no dejar de conmovernos con el dolor de los justiciables, pensando que por ello perdemos la condición de juez", dijo.
"Aquellos que se endurezcan, que no tienen compasión por la víctima o el victimario no servirán para ser juzgadores, porque no velarán por los derechos humanos".
Frente a los legisladores, Orea Ochoa reconoció que, en México, los más pobres de los pobres no son escuchados por los jueces.
Aceptó también que la justicia penal tiene problemas y que la Corte debe ser oportuna en las opiniones que emita en las opiniones que emita.
La aspirante afirmó que la justicia constitucional atraviesa por un sinnúmero de retos y debe estar lista para la entrada en vigor del nuevo sistema.
La magistrada Norma Lucía Piña Hernández, aspirante a ministra, aseguró que los juzgadores deben ser independientes y no comprometerse con los grupos de interés.
Al comparecer frente al pleno del Senado, la candidata afirmó que la independencia no es un privilegio de los ministros, sino un derecho del justiciable.
"El ministro tiene que ser independiente, lo que implica tener la capacidad de resistirse a todas las presiones externas o extrañas a su función", dijo.
Tras reconocer que el acto de juzgar no es un trabajo, sino una forma de vida, advirtió que los ministros no deben buscar la publicidad ni lo que la mayoría quiere, sino la verdad.
"No debe comprometerse con los grupos de interés, sino mantener la insistencia del derecho.
"El acto de juzgar no es pasión, es razón; no es maestría, es modestia. El acto de juzgar no es resolver atendiendo a los caprichos temporales de una época, es buscar la solución de los asuntos atendiendo los valores y principios que nuestra Constitución consagra", señaló.
Piña Hernández sostuvo que las decisiones de los ministros deben estar inspiradas en la imparcialidad.
Aseveró que la legitimación de un ministro se construye con transparencia, sentencias claras, justificables y comprensibles a los ciudadanos.
Tras pronunciarse por la defensa de los derechos humanos y de la democracia sustantiva, expresó que ser ministro de la Corte no significa dejarse esclavizar por la letra de la ley, ya que las normas deben interpretarse para lograr la justicia.
"El ministro no debe actuar de manera formalista. No se espera que use la letra de la ley como escudo frente a los riesgos de soluciones innovadoras, sino que sea capaz de innovar en el derecho, cuando la protección efectiva de los derechos humanos así lo requiera", agregó.

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