Nacional

Velan cuerpo de fotoperiodista asesinado

Reforma

2015-08-02

Distrito Federal— La cámara fotográfica de Rubén Espinosa fue colocada sobre su ataúd, mientras familiares, amigos y colegas del reportero gráfico velaron su cuerpo entre reclamos de justicia.
Inconsolable, la hermana del fotógrafo asesinado en la colonia Narvarte, junto con otras cuatro mujeres, llegó a las 17:00 horas a los Funerales Hispano Americana, ubicados en avenida Revolución.
"¡No es justo!, ya pude leer la investigación, todo lo que le hicieron, y no es justo, si lo iban a matar, ¿por qué lo tenían que torturar así?", dijo entre sollozos a uno de los amigos de su hermano.
Poco a poco, conforme las personas que se manifestaron sobre Paseo de la Reforma iban llegando, se fue llenando la sala donde estaba el cuerpo del fotógrafo que huyó de Veracruz temiendo por su vida.
No hubo misa, porque el propio Rubén Espinosa no era creyente. En cambio, en las pláticas entre sus amigos de la infancia, había reclamos directos contra el gobernador Javier Duarte, quien incluso amenazó al propio Espinosa.
"Lo amenazó, yo escuché la grabación, no fue grosero (Duarte), pero tenía su tonito que daba miedo", recordó un amigo con el que fue a la secundaria.
Al lugar llevaron, desde Xalapa, Veracruz, a su perro "Cosmos", un cocker que Espinosa ya no pudo ver desde que hace casi un mes se autoexilió en la Ciudad de México.
Según los testimonios de sus conocidos, el corresponsal de la revista Proceso y de la agencia Cuartoscuro pasó la noche del jueves en una reunión en el departamento donde fue encontrado muerto.
Todavía el viernes mandó un mensaje por Whatsapp a las 14:23 horas, y después no supieron nada hasta que su hermana y un amigo que también había estado en la tertulia llegaron al edificio de la colonia Narvarte y lo vieron rodeado de patrullas.
"El edificio tiene cámaras de vigilancia, y en la calle hay dos del GDF, ésas van a ser clave para saber quiénes hicieron esto", comentó otro conocido de Espinosa.
Los fotógrafos y reporteros siguieron llegando toda la tarde, mientras de las nubes caían gotas sin que se llegara a formar una lluvia de verdad.

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