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Sufren sismo en la CDMX... y aquí discriminación

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

2018-12-11

Ciudad Juárez— Jesenia Salcedo, de 24 años junto a su hija de 7 años acompañan a Hiram Favela, quien con una bocina, un micrófono y su voz ofrece un repertorio de canciones en las segundas del suroriente de la ciudad, con el fin de reunir por lo menos para pagar un lugar en donde pasar la noche.
La familia llegó a esta ciudad desde hace cuatro meses debido a que el año pasado vivían en la Ciudad de México y su vivienda sufrió daños causados por el sismo del 19 de septiembre, por lo que tuvieron que atravesar varios estados de la república hasta llegar a Juárez.
Desde hace un mes la situación de la pareja empeoró pues la familia de Hiram ya no permitió su permanencia en la casa debido a que no toleran que dos mujeres vivan en pareja y en las organizaciones que han acudido no han podido ayudarles lo suficiente para obtener una vivienda.
Hiram, la pareja de Jesenia, comentó que remató su casa hace cinco años debido a que los vecinos se enteraron de su preferencia sexual y le apedrearon la casa, fue cuando decidió irse a la Ciudad de México en donde encontró que la gente discriminaba menos.
Por el tiempo que tardó para regresar a esta ciudad, Hiram pensó que las cosas cambiarían con sus familia.
Además de sufrir discriminación de la sociedad y sus parientes, la familias se ha cansado de tocar puertas en distintas dependencias de gobierno y organizaciones, en las que también condicionaron su estadía sin importarles que tienen una hija.
“Hay mucha discriminación aquí en Juárez, ni las instituciones, ni las organizaciones hacen algo”, comentó Hiram.
Jesenia comentó que en el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) le regalaron ropa, también en la Secretaría de Desarrollo Social le ayudaron a pagar unos días en el hotel, y en algunos albergues no les permitían quedarse en la misma habitación.
“Lo único que queremos es que nos ayuden para conseguir un lugar en dónde vivir, no queremos nada regalado, solo si alguien sabe de una casa que nosotras podamos pagar renta, o alguna que está abandonada y nos faciliten la entrada, nosotros la arreglamos”, manifestó Jesenia.
“A mí la que me puede es mi hija, ahorita está enferma del estómago y queremos llevarla al doctor con lo que saquemos hoy el tianguis, aunque nosotros nos quedemos sin comer, no es la primera vez que pasamos días sin probar un bocado, la que importa es ella, que no tenga hambre ni frío”, agregó Jesenia.
Jesenia saca de una mochila vieja una bocina y un micrófono, su hija busca una hoja con un repertorio de canciones que Hiram que ofrecen en los lugares que transitan; algunas son de las que ella compone y otras de las que dijo ha incluido en la lista porque son las que las persona más piden.
Mientras Hiram canta frente a un puesto de frutas, su hija y su pareja esperan unas monedas que les ayudarán para esta noche tener un lugar en donde dormir.

vdominguez@redaccion.diario.com.mx

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