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Rezan para que cese la violencia

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

2018-12-04

Ciudad Juárez— Un grupo de 80 personas entre sacerdotes y feligreses de la Iglesia Católica realizaron una peregrinación y un Rosario que ofrecieron a la Virgen de Guadalupe para que cese la violencia, la pobreza y mejore la situación de los migrantes que arriban a Ciudad Juárez.
“Queremos unirnos a María Santísima y también invocarla y encomendarnos a su intercesión, presentando toda la realidad que se vive en nuestra frontera, no nada más en sus gozos alegrías y esperanzas, sino también en esta realidad difícil de violencia, pobreza, carencia y también con todo este fenómeno que estamos viviendo en nuestro país con la migración de tantas personas”, comentó el padre Héctor Javier Villa, organizador de la peregrinación.
El sacerdote dijo que en los 11 días de diciembre previos a la celebración del 12 de diciembre se realiza la peregrinación.
“Un problema que se ha ido acentuando en los últimos meses no solamente en Ciudad Juárez, sino en el estado es la violencia y la necesidad de que podamos tener paz. Acercándose la fiesta de Navidad, en la que celebramos no sólo el nacimiento de nuestro señor Jesucristo, sino de nuestro príncipe de la paz, ojalá que él pueda concedernos ese regalo para nuestra ciudad”, agregó el sacerdote.
“Ciudad Juárez, por ser frontera no puede estar al margen de la situación de los migrantes que están llegando, aunque actualmente se concentran más en Tijuana. Sin embargo tenemos aquí en la Casa del Migrante que ha dado cuenta de que hay mucha necesidad de personas que vienen del sur y de Centroamérica; están llegando de una manera más discreta en comparación a lo que está sucediendo en Tijuana”, comentó el padre Villa.
A las 11:00 de la mañana, la canción de La Guadalupana fue la señal con la que inició el rosario ofrecido a la Virgen, y el principio del recorrido en la calle Perú e Ignacio Mejía.
Posteriormente, la caravana de sacerdotes y fieles católicos se incorporó a la avenida 16 de Septiembre, por donde caminó alrededor de 40 minutos hasta llegar a la Catedral de Juárez.
Susana Soto, quien asiste a la Parroquia de Todos los Santos y fue parte de los feligreses, dijo que es importante acompañar a los sacerdotes para orar por todas las personas que se encuentran con alguna pena, sin casa o alimento y que sufren.
Para ella, la violencia se debe a que las personas no han tenido un guía que los acompañe y han crecido en medio de los conflictos.
“Todos unidos en oración y de la mano, de corazón con María vamos a lograr que haya paz en esta ciudad”, indicó Susana.
“En mis oraciones incluiré a los migrantes porque ellos cuando no encuentra amor en su tierra ni en su casa va a buscar un lugar en Estados Unidos”, mencionó Susana.
A su vez el padre Eduardo Hayen dijo que el tema de la paz y la ciudad es un tema de preocupación para los sacerdotes porque ven de cerca el sufrimiento de las comunidades en la frontera.
Agregó que les gustaría que el Gobierno se involucrara más para ayudar  con la problemáticas por las que atraviesan los migrantes.
También recordó el tema de la violencia intrafamiliar, por lo que las oraciones también son para que haya armonía en las familias.
Dijo que ayer fue día especial para elevar plegarias por los jóvenes, quienes necesitan mucha atención porque son el futuro de la comunidad y de la iglesia. “Hay jóvenes que están muy heridos por la vida, sobre todo por las rupturas familiares”, añadió el padre Hayen.
Minutos antes del mediodía, el grupo que avanzaba hasta la Catedral de Juárez llegó al recinto con la imagen de la Virgen de Guadalupe, que cargaban dos sacerdotes.
En la explanada de la iglesia se unió un grupo de personas y en el interior ya los esperaban alrededor de 50 católicos, en su mayoría adultos mayores.
Antes de entrar a la Catedral se escucharon por más de tres minutos las campanas, y al mismo tiempo las voces de todos los que peregrinaron gritaron ¡Viva la Virgen de Guadalupe!
En la puerta de la iglesia, los feligreses fueron bendecidos antes de iniciar con la  celebración religiosa que fue oficiada por monseñor René Blanco, vicario general de la Diócesis de Ciudad Juárez, en ausencia del obispo José Guadalupe Torres. (Verónica Domínguez / El Diario)

vdominguez@redacción.diario.com.mx
 

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