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Vecinos de San Isidro siguen en el abandono

Abril Salgado
El Diario de Juárez

2018-11-21

Aunque fue creado hace unos 7 años, apenas el 30 por ciento de las viviendas del fraccionamiento Pedregal San Isidro III está habitado, y aunque les falta iluminación y vigilancia policiaca, los pocos vecinos existentes se encargan de evitar que las casas vacías sean vandalizadas.
Construido a más de 35 kilómetros del Centro de la ciudad, en el área de Ciudad Universitaria, lejos de escuelas, bomberos y hospitales, en este fraccionamiento el servicio de energía eléctrica está conectado de manera irregular, y los vecinos dicen que se batalla para tener suficiente presión de agua en las casas; la seguridad es casi nula y para usar transporte público deben caminar casi dos kilómetros hasta la parada de Sierra Vista.
Pero esta problemática no es nueva, la falta de seguridad y servicios ha sido ampliamente documentada por los medios de comunicación desde que el sector fue habitado, pero hasta ahora nada ha cambiado.
Pese a todo ello, las casas aún lucen bien pintadas y sin daños estructurales. Uno de los dos parques cuenta con asadores y a diferencia de otros, no han ido destruidos.
Son al menos unas 300 viviendas las que conforman este sitio entre las calles Soldadita y Alejandrita, y menos de un 30 por ciento de las viviendas está habitado, de acuerdo con estimaciones de los habitantes y un recorrido realizado por El Diario.
Son los mismos vecinos quienes hacen su propia vigilancia para evitar que personas extrañas arriben al fraccionamiento en medio del desierto, para intentar robar una ventana o una puerta del resto de las casas solas, pocas están en estas condiciones, la mayoría parecen domicilios recién construidos.
Varios cachorros están afuera de algunos domicilios por lo que sólo el eco de los ladridos resuena en todo el espacio por la mañana. Sólo los automóviles y juguetes en los patios frontales son lo que hace la distinción entre el resto de los domicilios abandonados.
Algunos vecinos protegen su terreno con cadenas y candados, mientras que otros han colocado hojas de triplay, cercas de madera y hasta resortes de colchones.
“Se puede decir que estamos en el olvido”, expresó Rolando Hernández, quien habita desde hace cuatro años en el fraccionamiento Pedregal de San Isidro y desde entonces dice que su principal problema es el transporte público, ya que debe caminar casi dos kilómetros para llegar a la parada de Sierra Vista.
Algunos comentan que crecen más otros fraccionamientos “quizás por las facilidades de pago”, ya que ahí hay quienes adquirieron sus viviendas de Infonavit con créditos a 16 años con pagos semanales.
También señalaron que alrededor no hay escuelas, ni hospitales y deben conducir largas distancias para hacer compras, ya que dicen estar casi “en medio de la nada”.
“Está a gusto vivir aquí, bien calmado, si aguanta, nomás es eso que necesitamos más vigilancia, más vueltas porque sí ha estado poquito la violencia subida de tono”, señaló Roberto, un habitante.
asalgado@redaccion.diario.com.mx

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