El Diario de Juárez
2018-11-20
Después de los dos ataques consecutivos dirigidos contra las instalaciones de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) y de la Fiscalía General del Estado (FGE), el fiscal general César Augusto Peniche lamentó los hechos.
Hasta el momento las autoridades investigadoras se han reservado los motivos de las agresiones contra el órgano encargado de investigar y perseguir el delito, que dejan en el ciudadano una mayor sensación de vulnerabilidad e indefensión.
“Es lamentable. Nuestra comunidad enfrenta el problema de las drogas y la violencia que eso genera”, dijo el abogado.
La FGE atraviesa una crisis interna al aumentar las denuncias por tortura como método de investigación, incluso, un ciudadano murió en el área de Detenidos; además existen señalamientos de corrupción contra los mandos de la CES por parte de los mismos agentes preventivos.
El miedo entre los oficiales llevó a un elemento que sufrió dos atentados a huir junto con su familia de la ciudad y pedir asilo en Estados Unidos.
Extraoficialmente de conoció que varios agentes renunciaron a la CES la semana pasada ante las condiciones de inseguridad que prevalecen para el desempeño de sus funciones.
Y aunque las autoridades han atribuido estos ataques al combate contra los grupos delictivos, un alto porcentaje de los atentados está impune.
Anoche el fiscal Peniche expuso que observa una comunidad muy polarizada ante estos hechos, lo que atribuyó a la falta de conciencia social.
“No creo que exista conciencia social en relación a lo que está pasando. Veo una comunidad polarizada”, dijo.
Y enumeró.
Por un lado tenemos un Gobierno Federal sin disposición para colaborar con el estado.
“Veo muchos intereses de grupo en todos los ámbitos. Hay sectores y grupos que quieren que otros fracasen, sin importarles el costo”, dijo.
Nadie hace conciencia de que estamos en el mismo barco. Lo que afecte a nuestra comunidad nos afecta a todos, continuó. “Especialmente Juárez, desde hace varios años sufre esa confrontación, esa política de odio. Claro qué hay razones para haber llegado a eso, el despilfarro, la corrupción, la especulación de la tierra, el desorden y la anarquía fueron tierra fértil”, agregó.
Aseguró que “el transporte público no tiene la intención de ver por la gente, los ‘importadores’ de vehículos sólo les interesa su negocio, el contrabando de alcohol de bares y cantinas sólo les interesan sus ganancias”.
Consideró también que a algunas organizaciones de empresarios no les interesa el resto del estado. Nadie está viendo por el colectivo social, por todos.
“Si nos rebasa la violencia se pierden empleos, si dejamos que la cultura del narco nos sobrepase se cae la inversión. Si las muertes violentas nos rebasan el turismo, y los servicios se desploman. Pero eso, parece que nadie lo entiende”, expuso.