Local

Hacen comunidad en albergue

Verónica Domínguez
El Diario de Juárez

2018-11-14

Ciudad Juárez— Los pasillos de los dormitorios están llenos de historias que cuentan los migrantes sobre las travesías que pasan mientras viajaron para llegar a Ciudad Juárez.
Por las noches, los nervios y las preocupaciones son tema de conversación cotidiano, más cuando ven que se va algún compañero de un grupo, porque ahí van personas con las que convivieron en algún momento, comentó Leandra Martínez, migrante de origen cubano.
“Aquí hay personas de varios países que conversan con nosotros, es bastante la convivencia, es buena”, dijo Martínez, mientras señala a una hombre de Venezuela que sonríe cuando plática con tres personas caribeñas y una hondureña.
“Algunos han pasado más trabajo, pero todos nos relacionamos muy bien como seres humanos”, dijo otra integrante del grupo.
José Guerrero es hondureño, ayer estaba bajo un árbol con otros tres compañeros comiéndose una manzana, entre ellos se encontraba un hombre de Guatemala.
Guerrero ya tiene amistades de Cuba, Honduras y de otros países en los tres días que ha pasado en el refugio, con ellos ha conversado sobre la inseguridad que hay en los lugares donde alguna vez vivieron.
“Cuando platicamos de alguna manera nos acompañamos, uno se va adaptando a la situación, aquí hay que convivir para que sea menos difícil estar lejos”, comentó Guerrero.
“Las noches no son fáciles, menos cuando escuchas llorar a un niño, luego me acuerdo de los míos”, comentó David, mientras se voltea para ver a dos niñas que se avientan al zacate.
David, quien omitió dar su apellido, platicó que en los tres días que tiene ha sabido llevar la situación, porque las personas que están alojadas saben lo complicado que es pasar por situaciones similares.
Una voz femenina anunció por la bocina los números de las personas que deben salir del refugio para realizar el trámite de asilo político.
Poco a poco, los grupos se van diseminando, a Leandra Martínez le tocó darle un abrazo a una de sus compañeras, quien corrió a tomar sus cosas del dormitorio para irse.
Formados, un grupo de 20 migrantes espera su salida mientras desde un dormitorio se escuchó, “Dios los bendiga, ya tienes mi teléfono, me hablas antes de que cruces”. 

vdominguez@redaccion.diario.com.mx
 

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