Javier Olmos
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Autoridades estatales reactivaron ayer la planta de tratamiento de aguas residuales en el Valle de Juárez, construida a medias por la administración anterior y retomada por esta administración de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS).
La planta está ubicada sobre la calle Francisco I. Madero, en el cruce con Juárez Porvenir, en el ejido de San Isidro.
El trabajo de la JMAS consistió en destrabar obras que se suspendieron hace dos años, y continuar con las últimas cuatro etapas de su colector principal, que recibirá agua de otras tuberías de menor diámetro en toda la región.
El Gobierno anterior junto con la Federación y agencias internacionales ambientales destinaron 500 millones de pesos en la edificación de la planta, mientras que esta administración aplicó dos millones para terminar las obras, se dio a conocer.
Con esta planta se tratará casi el 80 por ciento de las aguas negras en toda la región y se evitarán inundaciones en las colonias de Riberas del Bravo, informó el presidente de la JMAS, Jorge Domínguez.
“Soluciona y contribuye a que llevemos casi el 100 por ciento de las aguas tratadas en la zona”, agregó.
En el evento se firmó un convenio entre la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS) y el Banco de Desarrollo de América del Norte (BDAN), con una inversión de 1.6 millones de pesos, para el proyecto de agua y drenaje para los habitantes de Loma Blanca.
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