Alejandro Vargas
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Mientras caminaba por la entrada del puente internacional Paso del Norte en dirección a Estados Unidos para pedir asilo político, Edy –migrante cubano– ayer se despidió de todas aquellas personas que lo apoyaron mientras permaneció por más de una semana apostado en el pasillo peatonal del referido cruce internacional.
Aunque su destino en el vecino país aún es incierto, el cubano se despidió con una sonrisa en su rostro, dando la mano a los custodios del puente y saludando a la distancia hasta a los vendedores que fueron, junto con los demás migrantes y la ciudadanía que los cuidó, su única compañía.
Edy regresó a caminar por aquel pasillo peatonal tras un par de días de estancia en la Casa del Migrante luego del desalojo del cruce internacional que tomó el Gobierno mexicano el pasado viernes en el cual se redirigió a los más de 190 migrantes que se encontraban en el lugar al citado albergue; se les dio un número con el cual serían llamados por Estados Unidos de una manera más ordenada.
Mientras pasaba con una veintena de migrantes por el pasillo peatonal –ahora despejado– se notaba algo de nostalgia en su rostro. Dijo casi suspirando: “Cuántas historias se hicieron en este puente”, y continuó caminando.
Así como Edy, el resto de los migrantes mostraba alivio en sus rostros que se entremezclaba con la incertidumbre de saber qué les espera en el vecino país. En la fila que se encaminaba a El Paso también se encontraba la señora Patricia González con su pequeño hijo Yester; ambos procedentes de Honduras, también fueron redirigidos de la Casa del Migrante.
“Pasamos dos noches (en la Casa del Migrante). Salimos de Honduras por tanta delincuencia y también (por el problema económico). No se sabe (qué les dirá Estados Unidos). Mantenemos la esperanza, es la fe que llevamos todos”, mencionó la mujer.
En su paso por el cruce internacional, los migrantes fueron acompañados por integrantes del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración y de elementos de la Policía Federal que estuvieron atentos de su seguridad.