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El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— Los dos hombres que denunciaron en una audiencia judicial que fueron víctimas de tortura por agentes de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) no están relacionados en ninguna investigación por ataques a policías, aseguró el fiscal, Jorge Nava López.
En este caso, dijo, ambos fueron acusados de posesión de droga y ya es una práctica común mencionar que fueron torturados porque los mismos abogados los instruyen, aseguró el fiscal.
El pasado lunes 22 de octubre, Manuel C. V. y Arturo R. F., acusados por posesión de droga en un proceso en libertad, asistieron voluntariamente a su audiencia y denunciaron ante el juez Adalberto Contreras Payán que elementos de la CES irrumpieron en sus domicilios para golpearlos y exigirles información sobre quiénes eran los responsables de un ataque perpetrado en contra de ministeriales.
Arturo dijo que el viernes 19 de octubre los preventivos estatales lo sacaron de su casa por la noche y lo tundieron delante de su familia; luego lo llevaron a la estación y le ponían una toalla mojada en el rostro para impedirle respirar, “querían que nos echáramos la muleta porque ese día habían balaceado a los ministeriales”, refirió.
El otro acusado, Manuel, dijo que lo detuvieron la madrugada del sábado 20 de octubre y lo llevaron a la estación de la CES del eje vial Juan Gabriel donde lo estuvieron golpeando y le pusieron toques eléctricos hasta desmayarlo.
Pero de acuerdo con el fiscal Nava la versión de ambos pudo ser una estrategia marcada por los abogados, porque eso se ha vuelto una práctica ordinaria.
Aseguró que el Ministerio Público abrió una carpeta de investigación para aclarar si hubo actos de tortura como señalan, se les escuchará en declaración y posteriormente se abrirá un protocolo para establecer fehacientemente si ambos fueron víctimas de este delito, o es un mecanismo de defensa, dijo.