Abril Salgado
El Diario de Juárez
Ciudad Juárez— “Ser misericordiosos para nuestros hermanos más pequeños” es el lema bajo el que este año, después de 17 campañas anteriores, el Instituto México inicia la recolecta anual de alimento que pretende llevar 12 toneladas de despensa para la comunidad Tarahumara en esta temporada de invierno.
Victoria Komiyama Martínez, directora general, informó que la comunidad de Maristas se une para apoyar a quienes auxilian principalmente a niños y enfermos en los municipios de Sisoguichi y Bahuinocachi.
Desde ayer y hasta el viernes 30 de noviembre esta campaña permanecerá abierta a la comunidad en general para recibir donativos de frijol, arroz, harina, azúcar y avena, las 24 horas en las instalaciones del Instituto México, ubicado en el 1960 de la calle Colegio México.
“Yo sé que se abren muchas campañas para los tarahumaras, pero ésta es una que está muy organizada exclusivamente para niños”, dijo, y agregó “muchos de estos niños, los papás no es tanto que quieran que estén en los internados o las escuelas, pero es la manera en que garantizan que el niño va a comer, entonces por eso los llevan”.
La directora informó que al hospital de Sisoguichi se le apoya principalmente con dinero para la compra de medicamentos, por lo que también se recibirán donativos monetarios en las oficinas del instituto en un horario de 7:30 de la mañana a 2:30 de la tarde, donde se le expedirá un comprobante de su donativo para la Sierra.
Durante el arranque de la campaña, estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato, pudieron observar un video de la entrega de alimentos en el 2016, donde religiosas de la comunidad Marista agradecen el apoyo y explican cómo les rinde la despensa para dar de comer a los niños tarahumaras.
En un acto simbólico, directivos del instituto, docentes y estudiantes entregaron una ofrenda de harina, frijol, arroz, azúcar y avena para dar inicio con la recolecta que entregarán los alumnos de secundaria madres catequistas y de la sociedad de padres, en la segunda semana de diciembre.
“Cuando hablamos de toneladas, de que va un tráiler, la gente dice es mucho, y las mamás y los jóvenes que van a la Sierra y ven, dicen qué vergüenza, no es nada, en cuestión de dos horas se terminó la repartición”, expresó. “Se acaba y te da pena cuando dices, creo que sí podíamos traer más de nuestra casa cuando vemos la necesidad que hay”, comentó Komiyama.
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