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Busca 'Duna' a desaparecidas

Miguel Vargas/
El Diario de Juárez

2018-09-10

Ciudad Juárez— Duna, la perra especialista en rastreo de personas que participó en el sismo de la Ciudad de México en septiembre del año pasado, apoyó en la búsqueda de una empleada de maquiladora y su bebé, desaparecidas desde el pasado viernes en la colonia Complejo Cielo.
Las autoridades informaron ayer por la tarde que ambas fueron localizadas con una amiga de la mujer.
La investigación la iniciaron familiares de las dos ausentes, apoyados por personal de la Fiscalía de Género, donde se interpuso el reporte de desaparición de madre e hija.
Gran movilización provocó la decisión de Liliana Jarquín Patricio, de 21 años, quien se llevó consigo a su hija, Dayanna Sarahí Nava Jarquín, de un año de edad, a la casa de su amiga donde pasaron tres días. Incluso el padre de Liliana viajó desde Guerrero para ayudar en la localización.
Oficialmente se extraviaron a las 13:30 horas del viernes 7 de septiembre en la colonia Complejo Cielo, cerca del bulevar Independencia y Santiago Troncoso, al suroriente de la ciudad, establece el reporte de la Fiscalía.

Era víctima de violencia psicológica: Fiscalía
La información presumía que la mujer llevó a otra de sus hijas al kínder de la colonia y ya no regresó por ella, por lo que los familiares temieron lo peor.
José Guadalupe Nava, esposo y padre de las extraviadas, dijo que llevaban por su cuenta la búsqueda con ayuda de Duna, la perra rastreadora que cobró fama en el sismo del pasado 19 de septiembre en México, luego de que se ofreció a colaborar su instructor, Juan Pablo Salinas.
“Fui a buscarla a la maquila, como trabajamos juntos, y no la encontré… Fuimos a poner el reporte pero no nos atendieron, que (hasta) después de las 10 de la noche. Regresamos, y fuimos al otro día”, comentó el hombre al justificar porqué comenzaron su propia investigación, sin saber  que su mujer se fue de la casa por su voluntad, según informo Silvia Nájera, vocera de Fiscalía.
Agregó que la mujer era víctima de violencia psicológica por parte de su pareja.
El esposo aseguró que la perra entrenada comenzó a rastrear desde su casa con el olfato pero se perdió el rastro a una cuadra. “De ahí nos dijeron que la habían visto en otro lado y el perro perdió también el rastro”, apuntó José Guadalupe, antes de conocer el paradero de Liliana.
José Ángel Jarquín Espíndola, padre y abuelo de Liliana y Sarahí, consideró a su vez que ambas fueron raptadas.
“Si alguien las tiene por ahí entréguenlas, tengan conciencia, podemos llegar a un arreglo… Al menos el cuerpo para recogerlas y llevarlas a Guerrero”, indicó en su desesperación, sin saber que su hija sólo se apartó por decisión propia.
Su familia es originaria de Acapulco y la mujer que buscaban es hija única y llegó a esta ciudad hace tres años buscando mejor vida con su esposo, dijo el abuelo, quien arribó a Ciudad Juárez el domingo pasado a sumarse a la búsqueda. 
 

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