Local

Se inundan colonias por mala planeación

Martin Orquiz/
El Diario de Juárez

2018-09-08

Ciudad Juárez— Áreas como Pradera Dorada, La Cañada y Riberas del Bravo, que se inundaron con la lluvia que cayó la madrugada del jueves pasado, sufren una gran problemática debido a que al construirlas fueron ignoradas las condiciones pluviales de la región y no tuvieron la planeación debida, establecen estudios realizados por personal del Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP).
El fraccionamiento Pradera Dorada, explica Rubén Salcido Morán, coordinador general de Movilidad e Infraestructura del IMIP, fue mal planeado porque es un desarrollo habitacional que no fue producto de invasión de tierras, sino previamente autorizado por una administración municipal vigente en la década de los 60.
“Desgraciadamente no tomaron en cuenta los escurrimientos pluviales, no se hicieron trabajos en el sentido de saber el volumen de agua que cae dentro de Pradera Dorada, de su perímetro”, comenta.
Ahora el IMIP propone solventar el conflicto a través de un vaso de captación para que no sean las propias calles donde se quede al agua de lluvia y posteriormente sea introducida al subsuelo, a través de pozos de infiltración.
Salcido Morán indica que ya se tiene definido el espacio, el Municipio ya adquirió una parte, pero se requiere un área mayor para que sea suficiente y utilizarla como vaso de captación.
Lo ideal es no permitir que ingrese agua de fuera, porque en la actualidad llega la que escurre por la avenida Tecnológico, que entra a la parte baja del fraccionamiento.
La corriente que va por Ejército Nacional tampoco debe llegar, sólo así se podrá resolver la problemática que genera exclusivamente el agua que cae sobre su perímetro.
Debido a que las inundaciones ahí son un problema añejo, desde años antes se usan algunos parques como vasos de captación, donde la intención era bajar la rasante para que ingresara el agua de lluvia y que siguiera siendo área verde, pero con pozos de infiltración que la llevara al subsuelo y que en 72 horas se secara.
Desgraciadamente, añade el informante, no se terminaron de hacer las obras complementarias.
“La gente nos comenta que cuando llueve no le entra el agua a esa depresión que se hizo, precisamente porque está inconclusa, así sucedió”, dice. “Con toda razón reclaman que les quitaron el parque, está horrible y no sirve, tienen razón”.
A La Cañada, otro de los puntos problemáticos, llega el arroyo de El Papalote, es la parte baja de todo ese escurrimiento, cercano a la carretera Juárez-Porvenir.
Antes, cuando la lluvia chorreaba desde la parte alta, el agua se extendía porque era una parte plana, puros terrenos de cultivo.
Se planeó que el producto de las precipitaciones pluviales llegara al canal principal de Riberas del Bravo, pero luego se descartó porque esa zona ya tiene un problema serio de inundación.
Mientras, el conflicto en Riberas del Bravo se genera por los desbordamientos de cualquiera de las tres corrientes que pasan por ahí.
Por ese sector pasan tres corrientes: una es el dren interceptor que está pegado al río Bravo.
Se construyó cuando se le puso bordo al río con la intención de que recogiera los escurrimientos que ya no llegaban al cauce con el fin de que se los llevara al Valle de Juárez, hasta el arroyo Bandejas y, ahora, si al afluente del río. En Riberas también se ubica el dren principal, que fue hecho paralelo a la carretera Juárez-Porvenir.
Además se tiene el dren de descarga, que atraviesa por la mitad a todas las etapas del fraccionamiento, su contenido proviene de la planta tratadora sur, a donde llega el drenaje sanitario.

morquiz@redaccion.diario.com.mx

X