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Protesta le recuerda a FGE las desapariciones pendientes

Luz del Carmen Sosa/
El Diario de Juárez

2018-08-27

Ciudad Juárez— Su cuerpo extremadamente delgado lo cubre con una camiseta que al frente lleva plasmada la foto de su hija Claudia Antonia, desaparecida un 27 de agosto del 2013. También viste un pantalón color verde que amarra a la cintura con seguros para sostenerlo.
Su piel morena luce marchita y su cabellera, cada vez más blanca, la ata en una coleta, pues se dice sin ganas “hasta para peinarse”.
Sus ojos se engrandecen cuando llora desesperada al cumplirse 4 mil 15 días sin conocer el paradero de su hija. “Me he querido aventar a un carro o un camión y terminar con esta vida tan dolorosa”, confiesa Modesta Núñez Gómez, quien a sus 67 años enfrenta no sólo el dolor por la desaparición de su hija, sino el doloroso tratamiento que lleva contra un cáncer de colón que está minando su salud desde hace tres años
Sin fuerzas físicas, pero con la energía suficiente para gritar frente a los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) que encuentren a su hija, viva o muerta, pero que la encuentren porque no soporta la idea de morir sin saber qué pasó con Claudia Antonia.

La ausencia
Modesta camina a paso lento en la plancha de cemento del edificio que alberga a la Fiscalía de Distrito Zona Norte. Apenas son las ocho de la mañana y la cita es a las 10:00 horas.
Carga su raída manta color rosa donde aparece el rostro de su hija Claudia Antonia Núñez Gómez y se para frente al llamado “Árbol de la Vida” donde, en otras ocasiones, se han colocado los retratos de las personas desaparecidas en esta ciudad.
Modesta coloca la foto de Claudia Antonia al cumplirse este lunes los primeros 11 años de desaparecida y junto a otros colectivos de familias de personas desaparecidas, recuerda la vida de su hija ausente como parte de la campaña “PorEllasyEllosNosUnimos que realizan con motivo del Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas 2018 que se conmemora este jueves 30 de agosto.
María Modesta carga la foto que protege con un plástico, además lleva la manta y la camiseta con el mismo rostro apacible de Claudia Antonia, quien apenas tenía dos años cuando murió su padre.
Entonces Modesta tuvo que trabajar para sacar adelante a sus hijos, entre ellos a Claudia Antonia, la cual se quedó a vivir con ella en la casa que construyeron en la colonia Kilómetro 27 de la carretera a Casas Grandes.
En el año 2000 Claudia Antonia tuvo a su primera hija, Claudia Reyes Núñez. Para entonces ya había sido diagnosticada con esquizofrenia. Dos años después de su primer parto nació José Fernando, quien tenía entre 4 y 5 años cuando su mamá salió de la casa y no regresó más.
“Mi hija ya estaba muy enferma. Yo salí a comprar la comida y ella se quedó con los niños, cuando regresé estaban solos, salí a buscarla y no la encontré desde entonces no la he vuelto a ver”, dice María Modesta.
La abuela cuenta que para darle educación a su nieto más pequeño, lo registró como hijo propio.
Los colectivos Centro de Derechos Humanos Paso del Norte, Centro de Desarrollo Integral para la Mujer, Familias Unidas por la Verdad y la Justicia, entre otros que acompañan a las familias de personas desaparecidas, se reunieron ayer por la mañana en la explanada de la FGE, donde colocaron las fotos de decenas de personas ausentes.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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