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Huye por miedo y saquean su casa

Luz del Carmen Sosa
El Diario de Juárez

2018-08-18

Ciudad Juárez— Sandra Mónica Soto Navarrete regresó este sábado a mediodía a la vivienda que ocupó desde hace casi tres años y que encontró saqueada.
Ella es la mujer que, a decir de los vecinos, “salió sospechosamente” junto a sus hijas menores y su hijo adolescente cuando el niño David Rafael Santillán Vargas estaba desaparecido. La madre de familia vive justo a un lado de la casa que ocupa la abuela materna de “Rafita” y estuvo con los padres del menor el día que fue privado de su libertad por un vecino.
Sandra Mónica narró que el miedo por la integridad de sus hijas, en edades de 1 a 9 años, la hizo casi huir del fraccionamiento Praderas de los Oasis porque ella labora en una empresa maquiladora y su hijo de 17 años recién consiguió trabajo.
“Yo me fui para resguardar a mis hijas, a mí me dio miedo toda la situación, no me podía ir a trabajar a gusto de estar pensando y mi suegra me ofreció su ayuda para cuidar a mis hijos”, dijo Sandra.
Su pareja sentimental le ofreció que se fueran con él a su casa y, tras aceptar, se llevaron algunos muebles. Con el paso de los días se enteró que el menor fue localizado muerto y decidieron no regresar porque sus hijas eran amigas de “Rafita” y Emiliano y no quería exponerlas a momentos difíciles.
Pero cuando observó que su casa era “sospechosa”, acudió ante el Ministerio Público para preguntar qué pasaba. El representante social le explicó que su casa no estaba sujeta a investigación.
Posteriormente se percataron que la puerta de la casa fue violentada, sus pocos muebles saqueados  y el ropero que su hijo apenas está pagando estaba roto.
Los vecinos ingresaron a la casa, que reconoce no es de su propiedad y la vandalizaron, denunció ante la representación social.
“Yo me fui por miedo, mi hija es amiga de Emiliano y mi otra hija era amiga de Rafita, ellas estaban muy mal y mi suegra me ofreció cuidarlas mientras yo trabajo porque realmente tenía miedo de dejarlas”, dijo la madre de cuatro niñas y un adolescente de 17 años, que ahora labora en una maquiladora.
El menor había dejado dentro de una chamarra 700 dólares, así como un bote con monedas de 10 pesos. Todo el dinero le fue robado y el mueble destruido.
¿A nosotros quién nos va a reponer los daños que sufrimos?, cuestionó Sandra Soto.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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