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Apenas veinteañeros, víctimas de masacre

Staff
El Diario de Juárez

2018-08-05

Al menos ocho de las víctimas de la masacre en el fraccionamiento Praderas de los Oasis tenían entre 18 y 23 años de edad, informó la Fiscalía General del Estado.
Todos fueron estrangulados, uno detrás del otro, después de haber sido torturados, reveló la autopsia del Servicio Médico Forense.
Miriam Janeth López Contreras, de 18 años; Julia Beatriz Nevárez Martínez, de 20, y Marisol Terrones Meléndez, de 22 años, fueron las tres mujeres asesinadas dentro de la vivienda número 1201 de la calle Oasis de Egipto.
Las tres mujeres eran buscadas por sus allegados a través de las redes sociales.
Sus cuerpos maniatados quedaron en la segunda planta de la propiedad arrendada los primeros días del mes de julio por Ricardo Hernández Cardiel, de 23 años y quien se encontraba también entre las víctimas, dio a conocer el fiscal del Distrito Norte, Jorge Arnaldo Nava López.
Además fueron identificados Víctor Arturo Soto Calderón, de 18 años; Carlos Iván Torres Sotelo, de 21; Christian Iván Hernández Ontiveros, de 19, y Christopher Daniel Jáuregui Escobedo, de 19.
El fiscal dijo ayer que se continúa trabajando en la identificación de los cuerpos de tres personas más.
La causa de muerte de las personas asesinadas fue la asfixia por estrangulamiento, de acuerdo con los resultados de las necropsias realizadas durante la madrugada de ayer en el Servicio Médico Forense, se informó.
Médicos del Semefo determinaron que ninguna de las tres víctimas del sexo femenino fue violentada sexualmente, como se presumió de forma preliminar.
Los victimarios utilizaron una soga para sujetar del cuello a ocho personas en la parte baja de la casa y otra cuerda con la que sujetaron a otros tres en la planta alta.
Con esa soga los fueron estrangulando uno por uno, determinó la necropsia.
La Fiscalía informó que no se localizaron casquillos en la escena del crimen, pero que dentro de la investigación se estima que fueron nueve las personas que entraron con armas cortas a la vivienda.
Un agente investigador comentó que la primera línea de investigación establece que la mayoría de las personas asesinadas se dedicaban a la venta y consumo de cristal y otras sustancias tóxicas.

Iban por líder de Los Mexicles

Se estableció además que Hernández Cardiel fue la persona que arrendó el inmueble hace apenas un mes y que en esa vivienda se reunían supuestos vendedores y consumidores de droga. Una de las mujeres radicaba de manera ocasional, pero las tres eran visitantes asiduas al sitio.
Presuntamente Hernández Cardiel era un líder de la pandilla Los Mexicles, por lo que fue identificado como el principal objetivo del ataque, relató el investigador entrevistado.
Personal ministerial informó que de acuerdo con los tatuajes de dos de las víctimas, éstos podrían ser miembros de una célula de Los Mexicles, brazo armado del Cártel de Sinaloa, que estaría aliado con la llamada vieja guardia azteca.
Esto debido a que el crimen está vinculado a una reciente reyerta entre las organizaciones criminales La Empresa y la vieja guardia azteca, facciones que surgieron tras la división de la pandilla Los Aztecas, de acuerdo con fuentes de la Fiscalía.
La guerra entre ambas bandas se ha recrudecido, al igual que la saña para asesinar a sus rivales, señalan interpretaciones de perfiladores criminales de la Fiscalía.
El personal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado (CEAVE) ofreció el apoyo económico a los deudos para sufragar el costo de los servicios funerarios, así como asistencia sicológica ante las muertes violentas. 
Un día antes de la masacre, el párroco Mario Manríquez, de la parroquia Santa Teresa de Jesús, reprobó públicamente la inseguridad en el fraccionamiento Oasis de la Revolución, contiguo a la zona habitacional donde ocurrió el multihomicidio.

El sacerdote es el principal impulsor del “Muro de la Piedad”, construido para la memoria y justicia de las personas asesinadas en esta frontera dijo que la pared es permanentemente vandalizada.

“Ahí sigue el Muro de la Piedad. Es una lástima que cuatro veces se ha reparado la fuente y siempre se roban los focos, los cables, la bomba del agua, etcétera. Imposible mantenerlo funcionando, ojalá un día tengamos una ciudad segura y menos vandalismo en el Oasis, urgió el sacerdote católico. 

YA IDENTIFICADOS
• Miriam Janeth López
18 años
• Julia Beatriz Nevárez Martínez
20 años
• Christian Iván Hernández Ontiveros
19 años
• Víctor Arturo Soto Calderón
18 años
•Marisol Terrones Meléndez
22 años
• Carlos Iván Torres Sotelo
21 años
• Ricardo Hernández Cardiel
23 años
• Christopher Daniel Jáuregui Escobedo
19 años

redaccion@redaccion.diario.com.mx

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