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Pasan profes del enojo a la frustración

Karen Cano/
El Diario

2018-04-28

El enojo terminó y dio paso a la frustración. Cientos de maestros agremiados al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que mantuvieron por 12 días tomadas las oficinas estatales de ‘Pueblito Mexicano’ en Juárez, se retiraron ayer porque el sindicato lo pidió.
Antes de irse, los profesores lanzaron reclamos a sus líderes porque aún no logran que les paguen. Algunos hasta les arrojaron las camisetas anaranjadas que usaron en la protesta. Ayer mismo la avenida Lincoln quedó libre y se anunció que este lunes volverán a las aulas.
Tras el fin del paro, los maestros regresarán a las aulas mañana y las negociaciones con el Estado se abrieron.
“Ustedes mismos lo dijeron, hemos estado todo este tiempo trabajando y luchando y no nos han hecho caso. ¿Por qué nos harían caso ahora? En las aulas no vamos a ejercer presión, y la Federación se va a tardar todos los años que quiera. Estamos defraudando a la sociedad, a nuestros padres de familia y alumnos”, expresó una maestra inconforme frente a alrededor de un millar de agremiados, a quienes se les estaba dando la orden de desalojar las oficinas de Gobierno del Estado en Ciudad Juárez.
Eran las 8 de la mañana, habían pasado ya 266 horas desde que se tomó la determinación, a nivel estatal, de hacer paro de labores y tomar las unidades administrativas de los principales municipios de Chihuahua.
Por cerca de una hora, maestros alzaron la voz en contra de sus dirigentes, a quienes pedían continuar con las protestas hasta el pago total de lo adeudado.
“No es por la inviabilidad de pago, es por un documento del cual se va a trabajar y que necesitamos que la coordinación nacional del Servicio Profesional Docente, lo admita, que nuestras prestaciones no pueden ser negociables”, argumentaba Rubén López Pazos, uno de los líderes del SNTE 42, ante la comunidad docente congregada frente al acceso ‘A’.
No obstante, maestros no dejaban de replicar que de no haber pago completo de prestaciones, lo mejor era seguir en paro.
“Lo que tienen que hacer es derogar la ley, en México, y luego aquí en Chihuahua para que nos respeten nuestras prestaciones”, dijo otro profesor inconforme.
Érika Bolaños, coordinadora general del SNTE 42 en la región, sostenía la explicación de López Pazos, y decía que la mesa de diálogo no se ha cerrado, sino que la intención era dejar que esta llegara a la Federación para poder llegar a soluciones concretas.
Entre los inconformes surgió la voz de la maestra Patricia Chávez Esparza, quien en marzo del 2016 duró 12 días en huelga de hambre.
“Antes del 2013 fueron a nuestras escuelas representantes de sindicatos a decirnos: No pasa nada con la Reforma Educativa. No se va a perder nada. Ya vimos que nos mintieron, lo estamos comprobando. En el 2015 cuando intenté aplicar mi clave ‘L’ me dijeron que no se podía e hice una huelga de hambre. Pero lo único que me aplicaron fue la mentira (…) Antes de iniciar nos dijo el gobernador: ‘el 30 de mayo les pagamos. ¿Cuál es la diferencia con lo que está diciendo Ever Avitia? Ninguna, sólo me aplicaron la mentira y la traición”, dijo.
Entre desacuerdos y en la búsqueda de permanecer unidos, aunque inconformes, decidieron organizarse y levantar propuestas que fueran llevadas directamente a los líderes sindicales a nivel estatal, para que estas a su vez hicieran eco en la Federación.
“No estamos desunidos, lo que necesitamos es que se nos represente dignamente”, dijo otra de las maestras que alzó la voz.
La rebatinga duró hasta las 10 de la mañana, y desde entonces, poco a poco, los profesores y maestras comenzaron a levantar colchonetas, casas de campaña, sillas y hieleras con comida.
Y mientras recogían su campamento también iban barriendo y levantando la basura, para retirarse, expresando entre ellos estar decepcionados del resultado.
Para la una de la tarde, estas propuestas fueron entregadas a los dirigentes. De los miles que estuvieron ahí todos estos días, sólo quedaba ya una veintena.
Fueron estos los que entregaron las oficinas al secretario de Educación y Deporte, Pablo Cuarón Galindo, y al subsecretario de Gobierno, Mario Dena.
Las oficinas quedaron limpias y fueron abiertas por guardias de seguridad, quienes fueron los únicos a los que se les permitió la entrada estas dos semanas.
“Sólo nos dejaban entrar y salir para cambiar de turno, tuvimos turnos de hasta 12 horas sin salir de aquí. Pero todo fue ordenado”, dijo Enrique Sánchez, uno de los guardias.
La Subsecretaría de Educación y Deporte en la Zona Norte informó que no había intención de amonestar a los agremiados que se manifestaron, pero que sí se realizarían ajustes para recuperar el tiempo perdido de clases.
Esas y otras cuestiones serán resueltas en los próximos días. De momento, mañana todos regresan a la escuela. (Karen Cano / El Diario)

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