Fernando Aguilar/
El Diario de Juárez
El paro que mantienen internos y residentes médicos en los hospitales estatales ha provocado una sobrecarga de trabajo al personal de base en el Hospital General, hasta el punto de que pacientes tienen que ser rechazados.
Pasantes de medicina aseguraron a El Diario que ese sanatorio está paralizado y que nuevos ingresos son enviados por ejemplo a las clínicas del Femap.
“El hospital está detenido”, afirmó uno de ellos, quien pidió no ser identificado. “No es que estén teniendo dificultad. Simplemente no funciona. Los directivos cancelaron todas las cirugías y dieron la orden de no admitir nuevos pacientes de los que ya estaban internados”.
Consultado al respecto, Arturo Valenzuela Zorrilla, director médico de la Secretaría de Salud en la Zona Norte, dijo que enfermos han sido enviados a otras instituciones, pero señaló que el trabajo que no están haciendo los pasantes está siendo absorbido por el personal que tiene contrato.
Valenzuela Zorrilla indicó que remitir pacientes a otros hospitales es una práctica que sucede con regularidad en virtud de que el Hospital General resulta insuficiente para atender a la cantidad de población que llega a sus salas.
“Ahora que están en paro, su trabajo, que es muy valioso, lo desempeñan los especialistas que son a quienes se les paga una mensualidad, que tienen un contrato de trabajo, que ya no son estudiantes. Ellos tienen la obligación de atender a los pacientes y sacar el trabajo”, dijo.
De acuerdo con la última actualización del Subsistema de Información de Equipamiento, Recursos Humanos e Infraestructura para la Atención de la Salud (Sinerhias), el Hospital General de Juárez cuenta con 122 médicos en contacto con el paciente y 385 enfermeros en la misma situación.
Según la fuente de la Secretaría de Salud federal, tiene 111 camas censables, 65 no censables y 13 consultorios.
Hasta el cierre de esta edición, los internos y residentes mantenían su paro de actividades en protesta a las condiciones de inseguridad que prevalecen en los lugares –principalmente de la Sierra de Chihuahua– a los que son enviados para realizar su servicio social.
Los médicos internos son los que concluyeron su formación teórica, pero carecen de la práctica clínica, que es la que desempeñan en las instituciones de salud.
En cambio, los residentes son médicos titulados que se encuentran camino a concluir su especialización en alguna de las ramas de la medicina.
Valenzuela Zorrilla afirmó que cuando el Hospital General rechaza a un paciente se debe a que no tiene lugar porque está rebasado.
“Siempre ha sido así. Se han enviado a otros hospitales porque está saturado. Llevamos 50 años con un solo hospital general. No es posible que se haya duplicado casi la población desde los años que se fundó el hospital, prácticamente, y que no haya otro”, dijo. (Fernando Aguilar / El Diario)
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