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Odisea de universitaria termina en despido

Karen Cano/
El Diario de Juárez

2017-11-11

Frente a la inseguridad que ha cimbrado a pasantes médicos en la zona serrana, Ana Gabriela Cota Villalobos es una estudiante que causó baja por exigir un lugar donde vivir en medio del fuego cruzado.
Antes de las protestas de sus compañeros, la estudiante narró la odisea que inició meses atrás, mientras hacía su servicio social en Nicolás Bravo, y ante la falta de garantías para sus necesidades más básicas, que la llevaron a ser dada de baja del programa de una manera injustificada.
“Yo ni siquiera reúno las faltas injustificadas que dice el reglamento, pero me dieron de baja por pedir un lugar donde vivir”, dijo la estudiante de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ).
Ana Gabriela inició su servicio social en febrero de este año, su plaza se encontraba en el pueblo de Nicolás Bravo, ubicado a 10 minutos de Las Varas, a media hora de Madera.
A mediados de mayo recibió una llamada de su jefa de enseñanza ubicada en Cuauhtémoc, Isabel Talamantes, quien le indicó que debido a la violencia que había en la zona concentrarían junto con otros estudiantes en Madera.
“Pese a que era urgente mi traslado, no pudieron ir por mi hasta el día siguiente. Mi enfermera me llevó a la casa de pasantes en Madera y ya estaba llena. En esa misma casa ya se habían instalado 2 enfermeras y un nutriólogo de la UACH, por lo que me asignaron dormir en los cuartos del hospital de la Unidad de Madera”, relató.
“En este complejo había 3 camas, un baño y una cocina cerrada. Las condiciones del lugar que para entonces ya no tenía personas internadas eran deplorables, por lo que el lugar estaba prácticamente inhabitable”, dijo.
Ana Gabriela entonces se refugió con otros de sus compañeros que tampoco tuvo espacio y rentaron un lugar. Pero incluso cobrar la beca es difícil, pues tienen que arreglárselas y recorrer kilómetros hacia Cuauhtémoc, en donde llegan los pagos.
A finales de mayo, ella tuvo la necesidad de venir a Ciudad Juárez para el trámite de su visa, cuando aprovechó para ir a la UACJ y pedir apoyo pues no tenía dónde vivir.
Luego de varios días en Juárez en espera de resolver su situación le enviaron un documento desde Cuauhtémoc donde le indicaron que su nuevo jefe era Fabián Moya, en Madera, se comunicó con él y le dijeron que al volver querían hablar con ella.
Ya en la reunión, le informaron que la iban a dar de baja por faltas, y no le hicieron válidos los justificantes firmados por sus superiores.
“Me dijeron que yo procedo a la baja por faltas, les dije que tenía un documento firmado pero no les importó”, relató.
Desde entonces su caso ha sido turnado a diferentes departamentos de la Secretaría de Salud. Su intención era regresar en agosto y terminar el tiempo que le falta, pero le dijeron que los meses que ya cumplió no son válidos y que tendrá que empezar de nuevo, hasta febrero, como rezagada.
Actualmente, su caso está siendo revisado por el departamento de Derechos Humanos de la UACJ, cuyo titular, Víctor Orozco, dijo que se hará la recomendación de que a esta estudiante le sea validada su estancia previa y no tenga que hacer otro año de servicio.
“No hay un lugar seguro para nadie, y aquí en la ciudad hay muchos lugares donde podemos trabajar. Se nota que los que nos pongan a hacer vamos a hacerlo, tenemos muchas ganas”, dijo.

kcano@redaccion.diario.com.mx

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